La dirección de Vitrasa parece haber iniciado una ofensiva de sanciones contra su plantilla, que enquista si cabe un poco más el conflicto que ambas parten mantienen desde hace mucho tiempo. El comité de empresa acaba de denunciar que la compañía está imponiendo multas “desproporcionadas” a algunos empleados por cuestiones que se podrían considerar “sin importancia”. Y para ejemplificarlo se exponen dos casos recientes.
En uno de ellos, un conductor fue sancionado con 60 días de empleo y sueldo porque no se dio cuenta de que dos pasajeros entraron en un autobús urbano sin mascarilla. El trabajador estaba cobrando a otros viajeros y, como señalan fuentes del comité de empresa, “si está contando monedas y no está viendo la cara de la gente”.
La concesionaria del transporte público de Vigo se enteró por la queja presentada por una usuaria, que en lugar de notificar lo ocurrido al conductor interpuso una reclamación ante la empresa. Estos hechos fueron considerados por Vitrasa como una falta muy grave merecedora de casi dos meses de suspensión.
El último caso conocido afectó a otro trabajador que tiró a la papelera su nota del Efisae. Se trata de un informe que los conductores reciben cada mes y en el que se reflejan todos los detalles de su conducción diaria (velocidades, frenadas, paradas…). Tras leerlo, este empleado se deshizo de él, una acción que llevó a su superior a abrirle un expediente por una supuesta falta grave. “Él leyó la nota y se dio por enterado. Ya está. A partir de ahí puede hacer lo que quiera con ese papel”, argumentan desde el comité.
Vitrasa consideró lo ocurrido una “falta de respeto”, según indican los sindicatos, y decidió multar con 7 días de empleo y sueldo a esta persona, que prevé presentar una reclamación contra la medida tomada por la empresa.
“No sabemos cuál es la intención de todo esto”, apuntan desde la representación social. “Lo más probable es que luego quieran negociar con ello”, avanzan. De esta forma, creen que la concesionaria podría incluir la retirada de los expedientes como parte de una posible negociación a la hora de renovar el convenio colectivo.
Demanda desestimada
Esta situación trasciende después de que el Juzgado de lo Social 1 de Vigo desestimara la demanda de Vitrasa para impugnar el laudo arbitral que le denegaba el ‘descuelgue salarial’.
En su resolución, el magistrado señalaba que, si bien es cierto que se daban las condiciones de pérdidas económicas para pedir la inaplicación del convenio colectivo (a la que se sumaba la intención de Vitrasa de reducir en un 30% los sueldos), hubo dos circunstancias que invalidarían esa solicitud.
Por un lado, y aun conociendo las pérdidas que sufriría por las restricciones de la pandemia, Vitrasa aceptó una prórroga de 5 años en la concesión (en junio de 2020). Por otra parte, la empresa, según la sentencia, fio su recuperación económica a las compensaciones que creía que recibiría del Ayuntamiento, y que no recibió (al menos no en la cantidad que pretendía, por lo que inició un contencioso contra la administración municipal).
El juez señaló que, en ese escenario, la empresa “no puede pretender ahora cargar sobre la plantilla las pérdidas económicas que conocía que se producirían cuando aceptó la prórroga”. Además, una reducción salarial del 30%, unida a la fuerte inflación actual, reduciría “a casi la mitad” el poder adquisitivo de la plantilla.