El comité de empresa de Vitrasa pedirá al Concello de Vigo que rescate esta concesión y asuma la gestión del servicio para evitar una reducción del salario de toda su plantilla, tal y como propone la compañía “para garantizar su supervivencia”.
Esta decisión se tomó tras la reunión que mantuvieron este jueves con la dirección de la compañía, la cual anunció esta semana un descuelgue salarial del 30% que ahora reduce al 25%, pero que continúa siendo inaceptable para los trabajadores, muchos de los cuales se quedarían al borde o incluso por debajo del salario mínimo interprofesional.
Los cálculos de los empleados respecto de la mengua en sus ingresos no coinciden con los de la compañía. “Calculamos un 41,5% de pérdidas para cada trabajador”, ha dicho a Efe Narciso Pazos, delegado de CCOO en el comité de empresa de Vitrasa, que hace cálculos con lo que ha sido el IPC de 2021, que no se ha trasladado a las nóminas de los trabajadores, y el que las autoridades económicas dicen que será el de 2022. “Es inasumible y la culpa del problema es de la gestión entre ayuntamiento y Vitrasa. Quieren que nosotros les saquemos las castañas del fuego y no estamos dispuestos”, ha añadido.
Vitrasa y el Concello de Vigo están inmersos en un litigio porque la concesionaria reclama unos 19 millones de euros como compensación por las pérdidas que sufrió a causa del descenso forzoso de viajeros que hubo de asumir durante la pandemia, que es lo que, argumenta, le ha llevado a tomar “la decisión más difícil en sus 50 años de historia”. La empresa sostiene que en 2020 el número de viajeros se redujo un 42% y que en 2021 menguó un 36%, lo que se traduce en 16 millones de viajeros menos.
Los sindicatos apuntan que la compañía ha ingresado en los últimos años unos 13 millones de euros cada ejercicio en subvenciones directas del Ayuntamiento de Vigo, y que adicionalmente ingresó 5,7 millones procedentes del Gobierno en virtud del Real Decreto que contemplaba subvenciones para compensar pérdidas en el transporte urbano.
Mientras, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, mostró el miércoles su “oposición total” a la posibilidad de que Vitrasa reduzca siquiera “un céntimo” de los salarios de los trabajadores.
Horas trabajadas
Además de la disminución de salarios, la compañía está proponiendo otras medidas que los sindicatos consideran inaceptables, como un incremento de 86 horas trabajadas cada año, o un aumento de la flexibilidad laboral que acabaría con la posibilidad de los trabajadores de conciliar sus vidas laborales y familiares.
“El relevo antes era a las 14.00, y ahora quieren poder decidir que sea entre las 13.00 y las 15.30. En jornadas partidas tenías dos horas para comer y siempre a la misma hora, y ahora quieren que sea cuando ellos decidan entre las 11:00 y las 17:00”, explica Pazos.
Todos los grupos de la oposición se muestran críticos con Vitrasa y miran hacia el gobierno local mientras recuerdan, como lo hacen los sindicatos, que en plena pandemia se prorrogó el contrato con la concesionaria por otros cinco años.
A la espera de que el alcalde los reciba, el comité de empresa se reunirá la semana que viene dos veces con la dirección de la empresa en busca de una solución, y si esta no llega ya se barajan movilizaciones, paros, o incluso la huelga.