Las quejas llegadas al teléfono municipal de atención al ciudadano del Concello de Vigo (010) por parte de los vecinos de la calle Toledo derivaron este miércoles en la retirada de miles de fármacos que la ONG Dignidad Galicia, con sede en A Coruña y asentada en Vigo desde hace 15 meses, almacenaba en una nave sin los permisos necesarios. Además, técnicos municipales de los departamentos de Urbanismo y Bomberos detectaron diversas carencias, desde la licencia de actividad hasta las medidas de seguridad y contraincendios. Inspectores de Sanidad Exterior, dependientes del Ministerio de Sanidad, también acudieron para levantar acta.
La operación policial se inició a las 10 de la mañana de este miércoles por parte de agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) a raíz de media docena de denuncias vecinales. Tres furgones de la Policía Local y varios vehículos patrulla se personaron en un local de la calle Toledo, donde la asociación dispone de un albergue en el que da cobijo a unas 50 personas, y en una nave de 1.000 metros cuadrados situada en una calle adyacente, Irmáns Pérez Quintela, utilizada para almacenar todo tipo de medicamentos, alimentos y enseres sin disponer del local correctamente habilitado ni el personal especializado.
Las mismas fuentes apuntan que en este almacén la Policía localizó miles de medicamentos y se llevó al menos 50 sacos con todo tipo de fármacos, desde paracetamol a tranxilium, que suministraban con receta y sin cobrar. Además, en la nave existía gran cantidad de alimentos caducados y los inspectores reflejaron que no se guardaban las mínimas medidas higiénicas (productos lácteos sin refrigerar), detectando incluso la presencia de comida afectada por la acción de los roedores y también raticida y heces entre los comestibles.
Por su parte, en el local de la calle Toledo existían literas y colchones en el suelo, pero los Bomberos reflejaron además que las ventanas disponían de rejas y que las habitaciones carecían de puertas de evacuación, extintores o sistemas de seguridad frente a un incendio. Técnicos de gas también comprobaron que las instalaciones no cumplían las normativas y en la cocina existía una acumulación de gases siete veces superior a lo legal, por lo que existía alto riesgo de provocar un accidente o una intoxicación.
Desde el departamento de Urbanismo, añaden las fuentes, informaron que nunca había sido solicitada la licencia de actividad y que no constaba en el Concello de Vigo ningún permiso para el funcionamiento de la ONG en la ciudad.
“Esto es inmoral”
Suso Aguayo, responsable de Dignidad Galicia en Vigo, explicaba este miércoles a VIGOÉ que la actuación municipal era “inmoral” y lamentó la falta de ayudas. “Nos tratan como a delincuentes, nadie quiere tener pobres al lado y hay dos o tres vecinos a los que no les gustamos porque no quieren que sus pisos pierdan valor, pero en realidad echamos de menos a gente que venga a dar, porque todo el mundo viene a pedir”, señaló.
Asegura también que dan acogida a 50 sin techo y reparten 33.000 platos calientes a gente necesitada sin recibir ningún tipo de subvención. “No se cobra ni un duro de subvenciones, sobrevivimos gracias a nuestros beneficiarios, trabajando de la mañana a la noche, doce horas al día”, explica.
Respecto a la falta de permisos y licencias, Aguayo afirma que no lo pueden asumir. “La licencia vale dinero, ya pagamos IVA, trabajadores, alquileres, inspecciones… aparte de las farmacias, quién tiene para pagar la licencia, la licencia de los muertos de hambre. Todo el mundo llama para pedir pero nadie viene a dar. Nos estamos pasando de vueltas, es una inmoralidad venir a pedir cuentas a nosotros cuando se está viviendo esta situación”, añade.
Por última, relata que el comportamiento de la Policía en la inspección fue correcto. “Se comportaron bien, son trabajadores, y ellos también vienen muchas veces aquí a traernos gente que encuentran tirada en la calle”, concluye.