La reforma de la avenida de Madrid, proyecto que ya en 2016 contaba con un convenio firmado entre el Concello de Vigo y el Ministerio de Fomento, tendrá que seguir esperando. Aunque estaba previsto que las obras empezaran en el mandato municipal 2019-2023 -tras una reformulación de dicho acuerdo que inyectó más dinero- tendrán que aguardar todavía más tiempo. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, quiere dar prioridad a otra reforma cercana que se antoja incompatible en términos de tráfico. Se trata de la extensión de las rampas de la Gran Vía hasta la calle Nicaragua.
Esta ampliación de las cintas mecánicas estaba en suspenso debido a la negativa de Patrimonio, pero una sentencia permitió al Concello de Vigo emprender la actuación. Ante la proximidad de ambos viales, que son importantes arterias de la ciudad, Caballero ve inviable que ambas obras coincidan en el tiempo. Por ello, ha pausado la remodelación de la entrada a la ciudad, cuyo plazo de ejecución asciende a dos años.
“No podemos hacer la Gran Vía y la avenida de Madrid al mismo tiempo. Pasarías toda la avenida de Madrid en obras, llegas a la plaza de España y te encuentras la Gran Vía”, ha defendido públicamente el regidor vigués en el programa que tiene en Televigo. Según argumentó, “tenemos que acabar las rampas de la Gran Vía antes”. “Porque si no, colapsamos”, finalizó.
Este “problema de tiempos” posterga, pues, un proyecto que empieza a convertirse en eterno. El propio Caballero anunció en 2017 que “toda la avenida de Madrid” estaría “patas arriba” en 2018. Luego llegó la adenda al convenio y un largo y tedioso camino burocrático, que dio pie a nuevos plazos que nunca se cumplieron. La licitación de los trabajos no se llegó a producir y quedará en ‘stand by’ de forma indefinida, porque tampoco está claro cuándo arrancarán las obras en la Gran Vía ni cuánto durarán.
La reforma de la avenida de Madrid pretendía convertir el vial –que en realidad pertenece a la autovía A55- en un tramo plenamente urbano. El proyecto replantea varias intersecciones como las existentes en las calles San Roque y Gandarón. Además, se prevé renovar las aceras, incluir alguna escultura singular y sustituir el actual vallado por medianeras ajardinadas.