El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha concretado cuáles serán sus prioridades tras asumir la Presidencia rotatoria de la Comunidade de Traballo Galicia-Norte de Portugal y ha apuntado al Estatuto del Trabajador Transfronterizo y a la conexión del AVE con Oporto. Sobre el tren de alta velocidad, ha garantizado que su Ejecutivo «presionará y reclamará» al Gobierno central «estar a la altura» de los avances del país luso.
Rueda, acompañado de varios miembros del Gobierno gallego, junto a otras autoridades, ha participado en el XIII Plenario de la Comunidade de Traballo Galicia-Norte de Portugal.
En este escenario, en declaraciones a los medios, Rueda ha agradecido a su antecesor en la Presidencia, António Cunha, su compromiso con la conexión del norte del AVE entre Galicia y Portugal, una prioridad que él prevé mantener.
El máximo mandatario gallego ha agradecido los «pasos decididos» que ha dado el Gobierno luso «con presupuestos» y el foco en que las obras de la alta velocidad avancen y ha insistido en que ahora esta situación debe tener «correspondencia» en lo que compete al Gobierno español.
Precisamente, la semana pasada, el 10 de octubre, se adjudicaba la concesión de la línea ferroviaria de alta velocidad (LAV), entre Oporto (Campanhã) y Oiã, que forma parte de la primera de las tres fases de la nueva conexión Oporto – Lisboa, al Consorcio LusoLav, formado por varias empresas.
«Esa salida sur de Vigo, esos apenas 60 kilómetros que quedan entre Vigo y la frontera de Valença do Minho hay que empezar a hacerla ya. Hablábamos aquí y hablaremos durante toda la jornada: hay que juntar todas las voluntades políticas», ha reivindicado.
Lo ha hecho antes de añadir que no solo hay que aunar las voluntades que «ya están claras» sino «todas», con la convicción de que el avance en esta infraestructura dará pie a «un antes y un después» en materia de comunicaciones y en las relaciones interpersonales.
«Es una oportunidad que no podemos perder y, por tanto, será mi principal preocupación, por lo menos hasta que quede clara también la voluntad del Gobierno central», ha aseverado.
Estatuto del trabajador transfronterizo
Y con la vista puesta en la Cumbre Hispano-Lusa que el 23 de octubre se celebra en la ciudad portuguesa de Faro, en el Algarve, Rueda ha lamentado que el Estatuto del Trabajador Transfronterizo, que ha urgido, no estuviese entre las «prioridades» del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez planteadas en la reunión preparatoria de esta cita.
Rueda ha subrayado que son «miles» los trabajadores que diariamente cruzan de un lado a otro de la frontera y que es preciso avanzar en resolver determinadas «dificultades» que ha atribuido a las «diferentes legislaciones» de España y Portugal. Así, ha afirmado que se dan situaciones que «a veces hacen perder mucho tiempo y suponen muchas preocupaciones añadidas a las que ya supone desplazarse para trabajar».
«Vamos a seguir insistiendo en lo que llevamos muchos años pidiendo y que solo es cuestión de voluntad política llevarlo a la práctica«, ha esgrimido Rueda, quien ha advertido que la próxima cumbre «quedaría incompleta» si no hay avances en dicho estatuto porque «al final las relaciones transfronterizas hay que plasmarlas en cosas prácticas que afecten a la vida de la gente».
Convencido de que es otra «cuestión de voluntad política», ha proclamado que «si fuese por la Xunta» el Estatuto del Trabajador Transfronterizo habría dado «pasos hacia delante», pero ha remarcado que es una competencia estatal. Él, como presidente de la Comunidade de Traballo, ha anticipado que insistirá en que es «un objetivo fundamental».
«Creo que es bueno marcar pocos objetivos y cumplirlos, así que si tuviese que resumir en dos las prioridades serían que se confirme la conexión de alta velocidad con el Norte de Portugal y que el Estatuto Transfronterizo sea también una realidad«, ha aseverado.
La relación con Portugal, un «tesoro a cuidar»
En su intervención, tras asumir la Presidencia rotatoria de este organismo creado en 1991 para potenciar la colaboración en la Eurorregión, Rueda ha reivindicado que Galicia y el Norte de Portugal poseen una relación que es «un tesoro» y que hay que «cuidar».
No en vano, ha destacado que la frontera entre ambos territorios es «la más permeable, fluida y con más relación de toda la Unión Europea». Y ha abogado por seguir aprovechando las potencialidades de la «afinidad lingüística» entre el gallego y el portugués.
«Tenemos la ventaja de no tener una barrera idiomática», ha proclamado.