La Vía Verde de Vigo sigue estrenándose por partes. A los 400 metros de recorrido inaugurados en agosto de 2019, se acaba de unir un área biosaludable situada a la altura de la calle Mestre Montes. El alcalde, Abel Caballero, acudió este jueves al lugar para presidir la apertura oficial del parque, que dispone de los habituales elementos de juego y deporte, bancos, árboles y papeleras. El Concello de Vigo ha invertido 20.800 euros en este “gimnasio de mayores al aire libre”, tal y como lo ha definido el regidor. Con ésta, la ciudad suma 73 zonas biosaludables.
La mala noticia que se ha conocido este jueves es el aplazamiento de la puesta en servicio del grueso de la Vía Verde de Vigo. Aunque Caballero ha defendido que las obras van “a buen ritmo”, basta con dar una vuelta por los alrededores para comprobar que los trabajos avanzan lentamente. El último plazo dado fijaba la inauguración a finales de este mismo año. Sin embargo, es evidente que no se llegará a tiempo. Ahora se ha programado esa apertura para “seguramente el mes de abril”.
Así pues, sigue demorándose la construcción de esta senda, que se quiere enlazar de alguna manera con el carril bici urbano. El Ayuntamiento baraja varias opciones, entre ellas crear una unión entre Vía Norte y el cruce de Venezuela con Vázquez Varela. Otra posibilidad es que esa conexión se fragüe en el cruce de Llorones.
En todo caso, habrá muchos puntos de entrada en la Vía Verde a lo largo de todo el recorrido, que asciende a 3,6 kilómetros y prevé un carril bici de tres metros de ancho y una senda peatonal de dos metros de ancho. El proyecto contempla acondicionar todo el trayecto e incluir a lo largo de él áreas de descanso, zonas juego infantil, miradores, mesas de tenis de mesa, pasarelas de madera, fuentes… También se conservará el ambiente de las antiguas vías del tren con detalles como señalización ferroviaria.
La UTE Prace Servicios y Obras – Excavaciones y Transportes Manuel Rodríguez había renunciado a la obra debido a que el trazado proyectado inicialmente, al llegar a Vía Norte, chocaba con la construcción del Centro Vialia Vigo. Concretamente, el trazado de la senda se solapaba con el aparcamiento que dará servicio a la futura estación intermodal y la superficie comercial.
Por ello, se hacía necesaria una solución estructural para salvar el talud existente en una longitud considerable de más de 100 metros lineales. Además, tras proceder a las labores de desbroce del resto del ámbito y ejecución de la obra, se detectaron taludes inestables de notable altitud, hasta seis metros, que debían ser estabilizados o abordados con un muro de contención. Estos y otros imprevistos implicaban un sobrecoste económico.