Así lo expusieron ese sábado en rueda de prensa el delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López-Chaves, y la jefa jefa territorial de la Consellería de Sanidade, Ángeles Feijóo, que comparecieron para informar de los resultados de las analíticas realizadas por los correspondientes gestores del servicio municipal de agua, acompañados por la jefa del Servicio de Control de Riesgos Ambientales, Natalia Botana.
El Gobierno gallego advirtió esta semana que en las muestras tomadas en algunos barrios de los mencionados ayuntamientos del área territorial de Vigo se alcanzaron o superaron los valores máximos permitidos, incumpliendo algunos de los parámetros que se fijan para garantizar la calidad del agua como son el color, el hierro y la turbidez. “Se confirmó que las analíticas dan por debajo de los límites establecidos en la normativa vigente del agua de consumo humano (600 partes por billón de hierro, 6 UNF de turbidez y 30 PT-COL/ L de color) y, en consecuencia el agua es apta”, apuntó la responsable provincial, a pesar de que precisó que revelan un agua de baja calidad.
Ángeles Feijóo reiteró que la Consellería permanecerá vigilante extremando sus controles, al tiempo que recordó que ya se instó a las concesionarias municipales a tomar medidas correctoras urgentes para revertir esta situación. “Están midiéndose valores muy elevados que nos llevan a extremar la vigilancia”, anotó Botana, quien indicó que con las condiciones meteorológicas actuales “no se puede descartar que lleguen a superarse los parámetros de referencia”.
Tras matizar que en ningún caso la situación es de alerta sanitaria, la jefa del Servicio de Control de Riesgos Ambientales precisó que a la falta de agua en los embalses se suma un problema estructural en el caso de la potabilizadora municipal del Casal, que “no responde con la flexibilidad que había debido”.
Pola su parte, la jefa territorial de la Consellería de Sanidade indicó que por norma general los inspectores sanitarios recogen muestras a lo largo de todo el año, si bien ahora se hace con mayor intensidad dado que la situación así lo requiere. Al respecto, aseveró que de producirse una evolución negativa de los parámetros de referencia, como medida preventiva para garantizar la salud de los habitantes de los dichos municipios, se informará inmediatamente.
Ángeles Feijóo insistió en que la Consellería de Sanidade mantiene activos sus controles diarios, a pesar de que la competencia en este campo sea de los ayuntamientos, que son los que deben garantizar la calidad del agua e informar consecuentemente a la autoridad sanitaria de cualquier anomalía que detecte la concesionaria en el suministro del servicio municipal.
Obra de saneamiento en Canido
En cuanto a posibilidad de que los elevados valores de hierro, superando los 600 ppb en las muestras recogidas por los inspectores farmacéuticos de salud pública, detectados en el depósito de la red viguesa de Canido habían podido tener algo que ver con una obra realizada por la concesionaria del servicio municipal de aguas en la barrio, los técnicos de la Xunta desmienten este extremo. Matizan así que la intervención se debió a la rotura de un colector de saneamiento que en ningún supuesto afecta al agua potable, ya que por esta canalización discurren aguas residuales.
A este respeto, el delegado de la Xunta lamentó que el alcalde “vuelva a ocultar datos” como ya sucedió con las reservas de agua potable. “Los vuelven a engañar una vez más, recurriendo a una obra que nada tiene que ver para justificar un problema que deriva de la incapacidad de la potabilizadora municipal para tratar el agua”, apuntó. “Es hora de que arrime el hombro”, señaló López-Chaves, quien censuró su “falta de lealtad institucional y compromiso con la ciudad”. “Nuestros técnicos lo dijeron muy claro “la obra de saneamiento (aguas residuales) nada tiene que ver con el agua de consumo”, insistió
Ya para terminar, el representante del Gobierno gallego volvió a requerirle al ayuntamiento mejoras en la infraestructura del Casal, recordando el informe técnico que aludía a la necesidad de invertir más de 20 millones de euros en la actualización y modernización de la potabilizadora municipal. Se refirió así la que la normativa vigente marca claramente que la competencia y suya. “Se trata de una instalación municipal, los técnicos municipales así se lo aconsejaron y además tuvo decenas de millones de la prórroga de Aqualia para invertir en mejoras en la planta”, dijo.
Preguntado al respecto a que no se atienda a la petición del alcalde de que sea la Xunta a que haga esta inversión, subrayó que el Gobierno gallego ya está invirtiendo más de 100 millones de euros en la EDAR del Lagares en la ciudad, y añadió que la ETAP del Casal o cualquier otra infraestructura potabilizadora es de competencia municipal y, en consecuencia, deberá asumirla el Ayuntamiento vigués.