La Xunta de Galicia no actuará ante el problema de seguridad que tiene el CEP Celso Emilio Ferreiro de Vigo tras los desprendimientos y la caída de cascotes de la cubierta de su edificio principal. Es más, apunta al Concello como responsable de la situación y del posible arreglo.
De hecho, tal y como confirmaron a VIGOÉ desde la Consellería de Educación, este mismo viernes se le remitió un escrito al alcalde Abel Caballero y a la concejala de Educación, Olga Alonso, «informándolos de la situación e instándoles a que el Ayuntamiento se haga cargo de sus responsabilidades».
Así, a falta de la reunión técnica que le habían trasladado a la dirección del centro educativo que tendría lugar este viernes, el departamento autonómico ha optado por una comunicación escrita en la que insisten que tiene que ser el Concello el que «asuma» los trabajos que «son de su competencia».
Es más, señalan al «deficiente mantenimiento y conservación» de la cubierta del Celso Emilio Ferreiro, haciendo extensible también esta situación al resto de colegios de la ciudad olívica. «Afecta a más centros de la ciudad», sostienen fuentes de Educación.
De este modo, y en lo que se refiere a la cubierta del Celso Emilio Ferreiro, concretan que la Unidad Técnica de la Dirección Territorial de la Consellería «analizó» el informe de la empresa contratada por el gobierno local para el mantenimiento y conservación de los centros docentes y que, del mismo, «se desprende que el motivo del deterioro es la falta de mantenimiento, lo que es una competencia municipal», subrayan.
El haber llegado al estado actual en el que se encuentra la cubierta -que ya es completamente «vegetal» y pese a que desde la dirección del centro llevan años reclamando el arreglo- lo achacan desde el Gobierno gallego a las «tareas básicas de mantenimiento de las cubiertas» que, como insisten, «debe realizar el Ayuntamiento de Vigo».
Y en este ámbito detallan que se debe incluir la limpieza anual de vegetación pero también de los materiales acumulados. «No realizarlas permite que las raíces crezcan haciendo que las tejas se despeguen del soporte, además de acelerar el deterioro prematuro de la cubierta», matizan, señalando a continuación que si estas acciones no se llevan a cabo «puede suponer sobrecostes en posteriores reparaciones o actuaciones de mayor envergadura«, consideran.
Es por ello por lo que apuntan directamente al Concello y se desentienden de una posible solución dejando el problema del colegio en manos del gobierno local. «Es necesario que el Ayuntamiento realice los trabajos pertinentes de limpieza, sin los que no es posible hacer una evaluación en profundidad del estado de la cubierta», concluyen desde la Consellería.
Caballero urge el arreglo a la Xunta
Por su parte, el alcalde Caballero no tardó en posicionarse sobre el estado del colegio y, en un audio remitido a los medios de comunicación, instó a la Xunta a que acometa «de forma urgente e imprescindible la sustitución completa» de la cubierta del centro educativo.
Para el regidor, el informe municipal tiene una lectura distinta de la que hacen los responsables de la Consellería, y señala que la intervención «necesaria» requiere de una «obra de sustitución integral total», por lo que, según su punto de vista, «no puede considerarse mantenimiento».
«Tiene que ser abordada con un proyecto específico de rehabilitación, que es competencia exclusiva de la Xunta», señaló para considerar que el tratamiento hacia el Celso Emilio Ferreiro es una «desatención gravísima» con un tema «tan notable» y que «compromete» tanto la funcionalidad como la seguridad de la comunidad educativa. «Las intervenciones de mantenimiento preventivo no son suficientes para esto», dijo.
Caballero recordó que el colegio data del año 1982 y que, a estas alturas, requiere de una «actuación inmediata de la Xunta», recordando además que la dirección del colegio lleva años quejándose. De este modo, y como ya avanzó VIGOÉ, en el año 2021 se realizó ya un primer informe en el que, como especificó el alcalde, «se comprobó que había vegetación».
Es por ello por lo que, ahora, insta a «Educación, al presidente de la Xunta, al conselleiro» a que «actúen de forma urgente e inmediata para normalizar la situación y renovar toda la cubierta», concluyó.
Mientras, el centro sigue con los accesos precintados y con un cambio en su entrada principal que afecta tanto al alumnado como al profesorado, estando también en duda la celebración de los campamentos de verano del Concello de Vigo que estaban programados ya para realizarse en las instalaciones educativas.