La curiosidad de la ciudadanía con aquellas unidades eléctricas (Tranvías sumó hasta 99) que dieron servicio al vigués desde 1914 a 1968 ha sido tal, con colas para entrar, que las visitas al tranvía instalado en la Praza do Emigrante de Coia se amplían una semana más. Este fin de semana con horario de 11:00 a 14:00 horas y de lunes a viernes de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
La adquisición se gestionó contactando con un coleccionista de Zaragoza, propietario de una numerosa cantidad de tranvías entre los que figuraba uno del norte de Portugal, finalmente el adquirido y restaurado como el número 18 de Peniche. Durante décadas, los viejos tranvías estuvieron en una vía en la Florida, a merced de vándalos, y ninguno se ha conservado. El Concello adquirió un vagón “gemelo” para recuperar una parte de la memoria de aquellos tiempos, cuando los tranvías, además de las líneas urbanas, iban de Vigo a O Porriño, Nigrán, A Ramallosa y Baiona.
Rafael Portanet, alcalde de Vigo desde 1964 a 1970, liquidó la concesión (estaba establecida hasta 1975) para dar paso a Vitrasa, que obtuvo el visto bueno del pleno municipal el 17 de mayo de 1968. El último tranvía circuló por Vigo el 31 de diciembre de ese año. El servicio de Vitrasa lleva en la ciudad medio siglo.