«Nos encontramos, con mucha frecuencia, en situaciones que entrañan riesgo para las gestantes y sus hijos al vernos sobrepasados por el trabajo», aseveran en un comunicado (al final de estas líneas). Por este motivo, exigen pasar de cinco a siete matronas por turno y que a cada una de ellas se le asigne una auxiliar para evitar «un problema grave» que, aseguran, podría producirse por las deficiencias del servicio que obligan, en ocasiones, a que las parejas de las gestantes tengan que ayudarlas en el propio parto. Ambas peticiones, recuerdan, están contempladas en el plan de parto del Ministerio de Sanidad.
En rueda de prensa, acompañadas por el presidente del Colegio de Enfermería de Pontevedra, Carlos Fernández, y la delegada del colegio en el HAC, Liliana Bettremieux, las matronas señalaron que la falta de personal se suma a las «innumerables» deficiencias ya denunciadas anteriormente desde el Colegio con respecto a este y los demás servicios que se prestan en el centro sanitario de Beade.
El problema más grave, a juicio de las matronas, es el hecho de que el ratio matrona/paciente está muy debajo de las recomendaciones o de otros centros hospitalarios de Galicia a pesar de que es el servicio que más partos atiende de toda Galicia. Como ejemplo, remarcan que en A Coruña se atienden 2.600 nacimientos con cinco matronas, las mismas que en Vigo atienden 3.900 nacimientos. En O Salnés, mientras tanto, hay dos matronas por turno para 550 partos.
«Además de este agravio comparativo en la atención con el resto de mujeres de Galicia, los ratios atendidos en Vigo van en contra de todas las recomendaciones nacionales e internacionales», subraya el comunicado, en el que se manifiesta que en ocasiones hay una única matrona atendiendo a dos e incluso hasta cuatro gestantes al mismo tiempo.
Ante los medios de comunicación, las matronas remarcaron que la petición de más personal se ha hecho en varias ocasiones a la dirección ya cuando trabajaban en el hospital Xeral y que ahora tras el traslado al «Cuqueiro» se ha agravado considerablemente dado el aumento de funciones como «la colaboración en la colocación del catéter epidural y vigilancia materno-fetal durante esta técnica, puerperio inmediato o el aumento de inducciones de parto del 24 al 40% en el último año, siendo estos partos mucho más largos con la necesidad de muchos más cuidados».
A todo esto, añaden, también se suma la falta de auxiliares lo que obliga a éstas a moverse continuamente de un parto a otro dejando solas a menudo a las matronas que, en muchas ocasiones, tienen que solicitar la ayuda de las parejas de las gestantes para ayudarles en el parto o tras éste.