Ya hay fecha concreta para que empiecen las obras de construcción del imponente ascensor HALO, que conectará la zona de García Barbón con la de Vía Norte. El Concello de Vigo y la UTE formada por Ferrovial y Oreco formalizaron el contrato hace tres semanas y ya tienen todo listo para iniciar los trabajos sobre el terreno. Aunque ya se están acometiendo algunas labores de índole “menor” para preparar la actuación, la primera piedra se pondrá el martes 9 de agosto.
A partir de ahí, se avecina un arduo trabajo que durará más de lo anunciado. El alcalde, Abel Caballero, había informado en múltiples ocasiones de que el plazo de ejecución ascendía a 12 meses, y así aparece en la memoria del proyecto. Sin embargo, este jueves ha mantenido que el contrato estipula que la obra acabará el 31 de diciembre de 2023. Por tanto, el ascensor no se podrá usar en agosto del próximo año como se había comunicado, sino en la Navidad posterior.
El regidor vigués ha advertido de la “gran complejidad” que supondrán los trabajos porque el anillo superior sobrevuela un “gran nudo de comunicaciones de accesos a Vigo”. Por ello, las labores que se van a desarrollar requerirán de “mucha atención, planificación y coordinación”. Según ha explicado, será necesario instalar grandes pilotes provisionales para sostener la plataforma circular, de 90 metros de diámetro y con un área cubierta y otra descubierta. Esos pilotes se podrán retirar una vez que esté completado el anillo, que sobrevuela la autopista y los accesos a Vialia Vigo.
Así, “habrá alguna molestia” para los vecinos de la zona y para el tráfico durante las obras. Por ejemplo, el nuevo túnel que dará entrada a la autopista AP-9 desde la calle Lepanto, que abrirá a finales de noviembre, experimentará cortes totales esporádicos en enero y febrero de 2023. También habrá afecciones en la parte alta de la calle Serafín Avendaño, cerca del CEIP García Barbón.
El ascensor HALO, alimentado con energía renovable, costará 12,6 millones de euros. La mitad de ese dinero provendrá de fondos europeos para promover la movilidad sostenible y las bajas emisiones.
Este proyecto, que está llamado a revolucionar la fisonomía del entorno de García Barbón y de Vía Norte, estará compuesto por dos cabinas con capacidad cada una para 15 personas que completarán un trayecto de unos 45 metros entre la parte baja y la parte alta. Por su parte, el anillo superior tendrá un perímetro de 90 metros y actuará a modo de paseo-mirador.
Este ascensor, que fue premiado en 2021 por los Loop Design Awards, unirá dos partes de la ciudad en las que residen, en su conjunto, más de 100.000 personas. El diseño fue elaborado por el estudio de arquitectura Arenas y Asociados.
Su instalación contribuirá a crear un corredor vertical desde la calle Serafín Avendaño hasta Pizarro, ya que tendrá continuidad con unas rampas mecánicas en Escultor Gregorio Fernández y con el ascensor de San Salvador.