En primer lugar, a causa del informe desfavorable de Patrimonio, se actuará únicamente sobre la zona que discurre entre las calles María Berdiales y Venezuela, que comprende tres tamos del proyecto. En ese punto se implantará un sistema de rampas eléctricas de 200 metros de recorrido “para potenciar la movilidad”, según ha defendido Caballero.
Además, se prevé habilitar espacios abiertos de descanso y aprovechar para humanizar la Gran Vía. Ello conllevará la renovación de las aceras, el abastecimiento, riego, pluviales, saneamiento o alumbrado.
El presupuesto asciende a 5,1 millones. Los trabajos, que se prolongarán durante ocho meses, correrán a cargo de la UTE San José y Construcciones de Obras y Viales. No obstante, se podrían prolongar durante más tiempo, ya que el Concello no quiere perjudicar al comercio en fechas señaladas como las Navidades, por lo que las obras se podrían suspender durante esa época «para que no sean un obstáculo».
Hay que recordar que la remodelación de la avenida va desde Urzaiz hasta la plaza de España y se divide en seis tramos. De ellos, tres se ven afectados por el estudio desfavorable de Patrimonio, los dos de la zona superior y el de la inferior. Sólo se salvan los tres comprendidos entre María Berdiales y Venezuela, que son los sobre los que actuará el Concello ahora.