Casi un año y cinco meses después, los vigueses podrán transitar de nuevo por el bulevar de la Gran Vía entre las calles María Berdiales y Venezuela. En julio de 2019 comenzaban los trabajos para reformar esta parte de la avenida y en diciembre de 2020 se estrenará la obra. Concretamente, este jueves 3 de diciembre. Pero caminar por el centro de la principal arteria de la ciudad no volverá a ser lo mismo en el tramo mencionado. A partir de ahora los peatones podrán dejarse llevar hacia arriba por las cintas transportadoras que se han instalado en la zona.
De esta manera, se podrá salvar una importante pendiente, aunque quien lo prefiera siempre tendrá a disposición la alternativa clásica. Además, contará con protección para ello, ya que la cubierta acristalada que se ha montado protegerá tanto a las rampas mecánicas como a parte de la acera del bulevar.
El primero en estrenarlas será el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que tiene previsto acudir a la Gran Vía a las 11.00 horas de este jueves para inaugurar la remodelación efectuada. Esta obra ha sido objeto de mucha polémica, ya que algunos vecinos se oponían a la tala de árboles y a romper la estética de la calle.
Además, el resultado ha tenido una acogida dispar. Son muchos los detractores por el variopinto color de los pórticos instalados. Además, la prominente vegetación y la colocación provisional de paneles solares han suscitado tantas críticas como mofas, incluso en televisión. También resulta llamativa inclusión de una gran pantalla LED y de asientos con forma de chaise-longue. Otros, mientras tanto, opinan que la estética acabará calando y se convertirá en una seña de identidad de la ciudad.
Sea como fuere, la nueva Gran Vía abre al público este jueves y, si se cumplen los anuncios de Abel Caballero, éste será sólo el comienzo. El Concello de Vigo mantiene su plan de extender la remodelación al conjunto de la avenida, desde Urzaiz hasta la Praza de América.
Los trabajos, que corrieron a cargo de la UTE San José y Construcciones de Obras y Viales, contaron con un presupuesto de 5,1 millones de euros. Estuvieron cofinanciados por la Unión Europea a través de los Fondos Feder.