El Ayuntamiento de Vigo ya ha pintado 60 ‘dientes de dragón’ en cada margen del angosto angosto Camiño do Chouzo, que conecta Coia con la Praza de Eugenio Fadrique, para aportar más seguridad en los accesos del CEIP Emilia Pardo Bazán.
Se trata de la acción escogida por el Concello para dar respuesta a los temores que el pasado enero manifestaron los miembros de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) del colegio, los cuales convocaron una concentración para exigir más medidas de seguridad.
Según ha explicado este miércoles el alcalde, Abel Caballero, son 135 metros de calle los que conducen desde la Travesía da Rúa Coruña hasta la zona de transporte privado de los niños en los que hay que garantizar su seguridad.
Estos ‘dientes de dragón’ son un tipo una señalización oficial que consiste en el pintado de unos triángulos en los laterales de la calzada para transmitir una percepción de aún mayor estrechez en los conductores, lo que les obliga a reducir la velocidad.
Un único carril
Ahora queda un carril de sentido único de tres metros de ancho y una zona peatonal de metro y medio en el margen derecho de la calzada.
Se da respuesta así a la exigencia de padres y alumnos, que pidieron mejoras durante mucho tiempo en este vial, dado que son varias las veces al día que tienen que tomarlo para entrar o salir del colegio, y en ocasiones los vehículos circulan demasiado rápido por una zona que por su estrechez no lo permite.
Además, según el alcalde, se ha reforzado “de forma muy importante” la presencia de la Policial Local para garantizar la adecuada circulación del tráfico durante las horas de entrada y salida del colegio.
Desde el centro escolar se había planteado la conveniencia de instalar badenes y de cerrar la calle en los horarios de entrada y salida debido a la peligrosidad que supone el tránsito de automóviles en esos momentos.