Con la fecha del encendido de la Navidad de Vigo ya encauzada, empieza la cuenta atrás para activar el famoso alumbrado festivo de la ciudad. Quedan dos semanas para que las calles se llenen de gente deseosa de pasear en torno a los 11,5 millones de luces LED, ya sean oriundos o turistas. Esa afluencia volverá a revertir directamente en el consumo de los hoteles, comercios y locales de hostelería, que esperan una campaña positiva tras los grandes registros del último año.
Las expectativas son “muy altas”, tal y como avanza el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Ballesteros. Se da por hecho que la facturación aumentará con respecto a la pasada Navidad, aunque esa cifra puede resultar “un poco engañosa” debido a la elevada inflación. “Esperemos que también crezcan los beneficios, que es de lo que se trata. Lo que se busca es que las empresas sean sostenibles y ganen dinero”, señala.
En todo caso, se prevé “llegar al cien por cien” en las fechas más señaladas, ya sean el puente de diciembre –que este año propicia largas escapadas- o los fines de semana. “Todas las cifras que estén cerca del 91% suponen un cien por cien técnico”, matiza Ballesteros. La ocupación llega al 97% para algunas jornadas en páginas web como Booking.
Los beneficios redundarán en las cuentas empresariales pero también en la “carga de trabajo”, que será “parecida a la que se puede soportar en agosto”. El incremento de visitantes y de consumo se cubrirá con “refuerzos de plantillas” o demandando a todo el personal disponible de cada firma. No solo en el sector servicios, ya que el tirón del alumbrado navideño es “muy transversal”.
Una circunstancia que no se daba en Vigo antes del boom de las luces de Navidad. “Antes Vigo se quedaba vacío en el puente de diciembre y las ocupaciones rondaban el 20%. No teníamos apenas movimiento”, recuerda el presidente de Feprohos, con larga experiencia también en la gestión de establecimientos hoteleros.
La pega que este año ponen algunos alojamientos, agencias de viajes, comercios o locales de hostelería radica en el aplazamiento del encendido. No será el 18 de noviembre, como se deseaba, por lo que se ‘perderá’ ese fin de semana debido al retraso a la hora de licitar el nuevo contrato de iluminación ornamental. “Es posible que haya gente que se sienta afectada pero en ningún momento nadie ha garantizado las fechas”, alega Ballesteros. “Lo importante es que haya afluencia y que el cliente salga contento para que tenga ganas de repetir”, resume.