Con una gran expectación y un retraso de unos 10 minutos dio comienzo este martes, 12 de noviembre, el sorteo público y ante notario de los últimos 7 pisos rehabilitados por el Consorcio Casco Vello de Vigo (CCVV) en Subida ao Castelo y en Elduayen-Ferrería.
Y en esta ocasión hubo novedades ya que, además de tratarse del proceso que mayor interés despertó desde que el CCVV comenzó con la venta de las viviendas de protección autonómica (VPA) -allá por el año 2011- siendo en esta ocasión toda una ‘lotería’ al ser 467 candidatos los que querían hacerse con un piso en propiedad, el procedimiento se pudo seguir por ‘streaming’.
De este modo, hubo momentos en los que más de 100 personas estuvieron conectadas siguiendo el momento de forma online, acto que se celebró en la Delegación de la Xunta en Vigo y que estaba abierto a todas las personas que quisieran estar presentes. Allí se dieron cita unos 30 inscritos, pero ninguno salió de la sala siendo el propietario de las viviendas.
Así, el notario César Casqueiro -acompañado por la delegada de la Xunta y presidenta del CCVV, Ana Ortiz- daba inicio al procedimiento explicando el sistema informático -aleatorio y automático-, y que siguen en el Colegio de Notarios para este tipo de procesos, del que saldrían los nombres de los 7 ‘agraciados’, así como un número de suplentes similar para cada uno de los sorteos.
Además, invitó a una persona del público a que formase parte del momento en el que le ‘daba al botón’ del inicio del sorteo con el fin de ‘dar fe’ de cómo se gestaba la lista de afortunados que pasarán a ser los futuros dueños de estas 7 viviendas, que se caracterizan por tener buenas calidades y una distribución -como los dos tríplex- que los lleva a ser pisos de lujo y excepción.
El notario comenzó con el sorteo de los dos pisos de Subida ao Castelo, para los que se ‘peleaban’ un total de 216 participantes. Y de ahí salieron dos nombres:
- María Victoria Güenaga Guede (102)
- Pablo Seoane López (107)
Tras ellos, otros dos que quedarán en reserva como suplentes: Francisco Alonso Domínguez (205) y Mateo González Márquez (90)
Mientras, para el momento de los cinco pisos de Elduayen-Ferrería estaban inscritos un total de 251 personas. Los cinco ‘afortunados’ fueron:
- Gustavo del Río Corona (106)
- Aide Lasa González (153)
- Andrea García Silba (76)
- Borja Vázquez Losada (46)
- Sergio Pereira Ibáñez (183)
En este sorteo, los primeros suplentes son: Olga Gómez Antonio, Tamara Casás Roca y María del Carmen López Otero
Con todo -y en cuanto las listas completas estén publicadas en el IGVS, se abre un nuevo procedimiento para que los nuevos propietarios hagan efectivo su compromiso de compra en un plazo de 45 días con el Consorcio.
De no ser así, el puesto asignado saltará a los reservas, teniendo todavía oportunidad de hacerse con alguna de estas viviendas si finalmente los primeros ‘agraciados’ renuncian a su derecho a compra.
Dificultad para acceder a una vivienda
Lo cierto es que el sorteo vivido esta mañana en la Delegación de la Xunta se trataba casi de una ‘tómbola’ puesto que las probabilidades de las personas que estaban allí presentes para resultar adjudicatario y hacerse con alguna de estas 7 viviendas eran muy pequeñas, como así reconoció Alba que, junto a su pareja, se presentaron a los dos procedimientos, aunque finalmente sin suerte.
Sus motivos: la imposibilidad de poder acceder a una vivienda en estos momentos en Vigo y los desorbitados precios del alquiler. Esto es lo que les animó a presentarse al concurso para residir en el Casco Vello: los precios más económicos al tratarse de VPA pero, como bien señaló, «sabíamos que iba a ser muy difícil» por la cantidad de personas con las que ‘competían’.
«Llevamos tiempo buscando en propiedad pero a día de hoy es imposible», explicó esta joven que se quejaba de que, «con dos sueldos» ya que trabaja ella y su pareja, les resulta muy difícil poder comprar. De ahí su preferencia por las viviendas de la zona alta del barrio histórico.
Y pese a que eran buenos conocedores de que sería complicado que les tocase, sí señalaron una sugerencia a los responsables del sorteo y al notario encargado del mismo para mejorar en transparencia de cara a futuras nuevas oportunidades.
Y es que el notario era el único que podía ver el proceso informático del que sacó el listado de los ‘premiados’ y los suplentes, ayudado por una persona del público que también participaba en los procedimientos pero que, como bien apuntó esta pareja, «no sabemos ni quién es», levantando pequeñas suspicacias y dudas sobre el procedimiento.
Con todo, estaba presente el notario que es el que -finalmente- da fe de que no hay ‘ni trampa ni cartón’ en este tipo de sorteos que, desde el año 2011, se decidieron hacer públicos y en presencia de todas las personas que quisieran asistir precisamente para evitar dudas al respecto, siendo así un procedimiento muy distinto al que se hacía años atrás, cuando solamente tenían lugar en los despachos de los notarios.