Hoy ha sido un día feliz para los más pequeños de la casa, que han podido salir de nuevo a las calles y plazas después de un largo confinamiento casero. Por eso la fecha del 26 de abril quedará en el recuerdo marcando un antes y un después, siquiera para los más pequeños.
Esta reclusión casera e inevitable tiene bastante de encarcelamiento, y el motivo, el Covid19, ya resulta tan temido como odiado. Todo el mundo está deseando salir a la calle para sentir el placer de desplazarse con libertad al aire libre y también para socializar, que es algo que forma parte de la idiosincrasia española.
Sabemos que tardaremos mucho tiempo en alcanzar la normalidad total, pero aunque sea un simple paseo de corta duración servirá para recargar esas baterías de la paciencia que ya tenemos tan consumidas.