Los responsables comarcales de los sindicatos CIG, CC.OO., UGT y USO han hecho este jueves un llamamiento a la ciudadanía de Vigo y su área para manifestarse el sábado en demanda de un transporte público de calidad, en el marco de una huelga indefinida de la plantilla de la concesionaria del servicio y han afeado la «dejación de responsabilidades» tanto de la empresa como del gobierno municipal ante un conflicto que se alarga desde hace 3 años y que se ha agravado en los últimos 90 días con una huelga indefinida.
La manifestación saldrá este sábado a las 18:30 horas de la Plaza de España y recorrerá Gran Vía, Urzaiz y Colón, para acabar en el cruce de Colón y Policarpo Sanz.
El responsable comarcal de la CIG, Alberte Gonçalves, ha subrayado que, además del conflicto laboral en la empresa, «está en juego la calidad de un servicio público esencial» y que, ya antes de la huelga, estaba «recortado y precarizado».
A ello se suma que, en los últimos tres años, el precio del billete ha subido un 16 %, mientras los salarios de los trabajadores llevan congelados desde 2020.
Campaña de «criminalización» de los trabajadores
Según Gonçalves, a pesar de la voluntad del comité por desbloquear el conflicto, la dirección insiste en no mover ficha, y con la «complicidad» del Concello ha emprendido una «campaña de criminalización» de los trabajadores.
En la misma línea, la secretaria comarcal de CC.OO., Montserrat Carrera, ha censurado que, ante este conflicto y el empeoramiento del servicio, tanto Vitrasa como el Concello «se ponen de perfil» porque para ellos «no es prioritario» un transporte que utilizan a diario miles de ciudadanos.
El secretario comarcal de UGT, Ernesto Fontanes, ha criticado la «dejación de responsabilidades» por parte de la empresa y del gobierno municipal, y ha subrayado que es «inédito» que una huelga en un servicio público dure 90 días mientras el titular de dicho servicio, el Ayuntamiento, «mira para otro lado».
Fontanes ha recordado que, además de la plantilla, que sufre el conflicto «de manera brutal», miles de usuarios del transporte ven como hace cuatro años que «se está dinamitando» el servicio, con recorte de líneas, de frecuencias, y otras mermas.
La responsable de USO-Vigo, Teresa Pérez, ha puntualizado también que el Concello tiene la responsabilidad de controlar que Vitrasa cumple el pliego de concesión del servicio, y ha recalcado que, cuando se aprobó la prórroga de la concesión en plena pandemia de Covid, administración y empresa ya conocían los problemas económicos derivados de las restricciones de viajeros.
Para esta portavoz sindical, la actual situación del bus urbano de Vigo y la «pasividad» del Ayuntamiento supone crear «un caldo de cultivo» ideal de cara a la próxima licitación del concurso del bus urbano para rebajar las condiciones y empeorar el servicio.
Finalmente, Benigno Caride, de la FSC de CC.OO., ha señalado que trabajadores y empresa llevan 3 reuniones con mediación del AGA sin que Vitrasa acceda a aplicar las subidas reclamadas para poner fin a la huelga (del 3 % en 2021 y del 3 % en 2022), una subidas que ni siquiera compensan la mitad de la subida del IPC en esos años. «Y la empresa y el alcalde siguen diciendo que pedimos la luna», ha lamentado.
Protestas ante el Concello
Mientras tanto, este jueves los trabajadores, pertrechados con paraguas para hacer frente al temporal, han continuado con sus movilizaciones, que hoy les han llevado a manifestarse delante del Concello de Vigo.
Este viernes, 23 de febrero, a las 11:30 horas, está convocada una nueva reunión entre los representantes de los trabajadores y la empresa para intentar poner fin a un conflicto que este jueves, 22 de febrero, suma 90 días de huelga indefinida.