Tras recibir luz verde, los dueños y sus mascotas podrán acudir desde este mismo sábado a estas dos playas sin miedo a ser multados por la policía. Así, los perros podrán circular sueltos por estos dos arenales, aunque acompañados por sus dueños, excepto los animales potencialmente peligrosos, que deberán llevar correa y bozal tal y como indica la normativa vigente.
En cuanto entre en vigor, la medida quedará implantada para todo el año, y no sólo para el verano. Así, en días como los que esperan a la ciudad en este mes de mayo, no habrá problema para que canes y personas convivan en la playa.
A Foz tiene 320 metros de largo, 25 metros de ancho y una superficie para perros de 3.980 metros cuadrados con marea media. Por su parte, A Calzoa cuenta con 120 metros de largo, 30 metros de ancho y una superficie para perros de 800 metros cuadrados con marea media.
Debe tenerse en cuenta que la zona rocosa de la izquierda de esta playa queda excluida para perros.