La fiesta de San Blas de Bembrive no tuvo furanchos en 2021 por la pandemia de la Covid-19. Este año San Blas 2022 va camino de quedarse de nuevo sin su vino y choripán. No pinta nada bien para la romería más popular de Vigo. Ya hace un año la crisis sanitaria tan solo permitió los actos religiosos, con misas pero sin procesión. No hubo entonces pañuelos bendecidos por el santo ni venta de vino. Mucho menos de comida. En esta ocasión, todo apunta a que la celebración será de nuevo muy contenida.
A falta de una nueva reunión a varias bandas, el San Blas 2022 se limitará a una carpa en el centro de Bembrive, con el mismo formato de la Festa da Sidra. Y es que tanto la comisión de fiestas, como la Asociación de Vecinos, el alcalde pedáneo y el Concello de Vigo están de acuerdo en que va a ser difícil abrir los furanchos.
Situación sanitaria
La sexta ola mantiene la incertidumbre sobre las restricciones, pero a estas alturas ya se sabe que el próximo 3 de febrero, día de San Blas, la situación sanitaria seguirá siendo delicada. La concentración de miles de personas durante esa jornada y el fin de semana que le precede, 1 y 2 de febrero, hace inviable la celebración tradicional.
Este lunes estaba previsto un encuentro de los responsables de la organización con el alcalde, pero fue suspendida. A día de hoy, la propuesta de la comisión de fiestas es utilizar una carpa para celebrar actos oficiales y música, pero no consideran posible poder controlar la afluencia masiva de visitantes si se abren los furanchos.
«Tiene mala pinta»
El propio alcalde pedáneo de Bembrive, Marcos Castro, aseguró este lunes en Radio Vigo que la celebración «tiene mala pinta». San Blas fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Galicia en 2019.