Manuel Reigosa ha tomado este lunes posesión como rector de la Universidad de Vigo para un segundo mandato durante un emotivo acto que presidió el titular de la Xunta, Alfonso Rueda, y en el que se recordó a Manuel Ramos Cabrer, fallecido inesperadamente el pasado 3 de mayo siendo vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado.
Reigosa estuvo acompañado por los rectores de la Universidad de Santiago y de la Universidad de A Coruña, Antonio López y Julio Abalde, respectivamente, en una ceremonia que contó con la presencia del delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; el conselleiro de Educación, Román Rodríguez; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, o el delegado de la Zona Franca, David Regades, entre otras autoridades.
La figura de Ramos Cabrer, fallecido justo en la jornada de reflexión previa a las elecciones, protagonizó el inicio del discurso del rector, quien no pudo contener las lágrimas cuando evocó su figura y que fue arropado por una sonora ovación de todos los presentes en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, donde se celebró el acto.
“Quedamos, como dice la canción, sin alguien que nos guiaba, sin saber cómo recorrer el camino, porque era muy importante para nuestra institución y equipo, era nuestra fortaleza y una persona que siempre tenía la palabra correcta y la fuerza”, dijo Reigosa, que mostró su convencimiento de que Ramos Cabrer continuará con su equipo de gobierno para evitar que se salgan de la hoja de ruta que se han planteado.
Antes de pormenorizar esa hoja de ruta, Reigosa hizo balance de sus primeros cuatro años al frente de la institución, en el que su equipo trabajó pensando en el largo plazo, de ahí el nombre de su candidatura: H2040. También planteó una nueva forma de gobernar “basada mucho en el diálogo, el acuerdo y la negociación, y al final lo conseguimos, en parte gracias a Manolo”.
El tercer elemento de su candidatura en 2018 y de su gestión en estos cuatro años ha sido trabajar para convertir la UVigo en “la universidad de las personas”, porque entre las muchas cosas que puede ser una institución como la universidad, ninguna es más importante que el capital humano, según el rector. Esa forma de gobernar otorgó a su candidatura el pasado mayo el respaldo del 72,3% de los votantes, a los que Reigosa ha dado este lunes de nuevo las gracias.
En los próximos años, la UVigo, según explicó Reigosa, profundizará en su compromiso con la igualdad porque “para ser una institución igualitaria aún queda mucho por hacer”, como demuestra el hecho de que durante la pandemia alcanzase su récord de publicaciones, pero que durante ese periodo los hombres publicaron más y las mujeres, menos.
También profundizará en su compromiso con Galicia y la lengua gallega al mismo tiempo que trabajarán en la internacionalización, una de las asignaturas pendientes de la institución.
El recambio generacional del personal es uno de los grandes retos que afronta la UVigo, así como conseguir ser incluso más atractiva para los estudiantes, ser un ejemplo de sostenibilidad y convertirse en un referente en investigación.
Por su parte, Rueda, encargado de dar a Reigosa el bastón de mando, ensalzó el conocimiento que el rector tiene de la institución y su predisposición a colaborar con la Xunta. “Un interlocutor dialogante, exigente para defender su institución pero siempre dispuesto a llegar a acuerdos en beneficio de Galicia. Así fue durante estos cuatro años, así fue durante la pandemia y estoy seguro de que así seguirá siendo de hoy en adelante”, ha dicho Rueda.
El mandatario gallego ha subrayado la necesidad de apostar por “universidades punteras: suficientes y eficientes”, ha tendido la mano al rector y ha destacado la facilidad que tendrán para colaborar al compartir el “qué: lograr una Galicia próspera y talentosa, y el quién: ni más ni menos que los gallegos a los que nos debemos”.
Posteriormente tomaron posesión de sus cargos los vicerrectores, todos los cuales recordaron la figura de Ramos Cabrer, fue entonado el ‘Gaudemus igitur’ y se dio por concluida la ceremonia para dar inicio al segundo mandato de Reigosa al frente de la Universidad de Vigo.