El grupo municipal de la Marea de Vigo ha denunciado la “absoluta improvisación” y “secuenciación oportunista” de muchas de las obras que se están ejecutando actualmente en el casco urbano. La formación ha pedido que se efectúe una “planificación” de los proyectos y que se informe públicamente a la ciudadanía de cuál es su “estado real” y sus plazos de licitación y ejecución.
A este respecto, se han dado casos como el del ascensor HALO, cuyos trabajos iban a durar un año, según anunció el alcalde, Abel Caballero, en reiteradas ocasiones. Sin embargo, justo antes de iniciar las obras se alegó que se extenderían al menos 16 meses.
Así, Marea de Vigo lamenta que, tal y como sucedió en las últimas elecciones municipales, “volvemos asistir de forma descarnada a esta ‘teima’ de Abel Caballero de ir retrasando multitude de obras para facelas coincidir, no último tramo de lexislatura, coas inauguracións”.
Cabe recordar que en mayo de 2019 se inauguraron multitud de actuaciones, entre ellas la reforma de la plaza de América solo unos días antes de la cita con las urnas. De hecho, el alcalde llegó a ser sancionado por la Junta Electoral por este tipo de prácticas. Esta práctica, según Marea de Vigo, tiene por objetivo “encher as páxinas de inauguracións, unha ‘dopaxe política’ a todas luces”.
Marea de Vigo incide en que esta forma de gobernar, “sumado á total improvisación e á falla de coordinación á hora de decidir os cortes e aperturas das rúas”, está provocando que estos días el centro de Vigo esté “absolutamente impracticable”. Su portavoz, Rubén Pérez, avisa de que esta realidad “va ser a tónica xeral durante o próximo inverno e de agora ás vindeiras eleccións municipais, xa que ás obras que se están levando a cabo neste momento, sumaranse todas as que xa tiñan que estar executadas hai anos pero que se incorporan no último tramo debido a esa ‘teima’ do alcalde por concentrar as inauguracións arredor da campaña electoral”.
Por ello, el grupo municipal exige una “planificación real”, ya que lo que se pretende, a su juicio, es convertir Vigo “nun escaparate que funciona ao arbítreo dunha persoa que o único que busca é pasearse durante os meses previos ás eleccións municipais”, algo “absolutamente ridículo”.