El grupo municipal de Marea de Vigo ha exigido al Concello que lleve a cabo una “remodelación integral” del Monte da Guía y, al mismo tiempo, dé explicaciones sobre el uso de camiones de gran tonelaje que, supuestamente, dañó el entorno de la capilla, que permanece cercado desde hace meses.
El portavoz de la formación, Rubén Pérez, visitó la zona y desde allí denunció el “nivel de degradación ambiental y de dotaciones” existente. Por ello, llamó a realizar un proyecto integral de remodelación que “este Gobierno local sistemáticamente ignora”.
La visita transcurrió en compañía de vecinos y vecinas del lugar, que también critican lo que consideran “incumplimientos de inversiones comprometidas” y una “falta de mantenimiento y cuidado de la superficie arbolada”, que “han degradado un espacio privilegiado y que constituye un bosque en una zona urbana singular”.
Rubén Pérez señaló que los accesos siguen sin aceras después de que fuese aprobado en 2018 un proyecto de construcción para la calle Doña Fermina encargado por la Concellería de Fomento. Igualmente, no se mantuvieron las aceras de tierra que configuran el paseo de subida a la ermita y actualmente las corrientes de lluvia han alterado notablemente su superficie. “El alumbrado está viejo y obsoleto, y sigue sin aclararse si el proyecto de iluminación anunciado análogamente al de la ermita es extensible a todo el monte y sus accesos”, comenta.
Pero especialmente grave para Marea de Vigo es que el tramo final del paseo, contiguo a la capilla, permanezca vallado desde que se instaló la figura del Sagrado Corazón. Esa zona presente “evidentes signos de degradación con fisuras en el firme, con sucesivos hundimientos, lo que sugiere que el acceso de camiones de gran tonelaje en el entorno de la iglesia hizo que esta zona, ya históricamente degradada, empeorara su estado y provocara la necesidad, por razones de seguridad, de impedir el acceso de personas”.
Por último, el grupo municipal también reclama que el Ayuntamiento actúe de forma “ambientalmente responsable” en el cuidado de la Carballeira, evitando que los usos lúdicos dañen un entorno que pocas ciudades gallegas tienen, y que se mantiene la superficie arbolada para evitar la caída de ejemplares y la propagación de especies invasoras. “Tenemos una joya ambiental y de uso lúdico de varias generaciones de vigueses y viguesas que no podemos perder por la desidia de un Gobierno local que no valora la memoria patrimonial”, apunta la formación.