El grupo municipal de la Marea de Vigo ha solicitado este lunes al Gobierno local que siga avanzando en la tramitación para crear las zonas de bajas emisiones (ZBE) en la ciudad. La formación considera que el impasse judicial que se está produciendo en Barcelona, motivo que ha llevado al Concello a pausar la elaboración de la norma, no implica que la urbe olívica también tenga que frenar su propio trabajo.
Es más, Marea de Vigo recuerda que “ya hay 59 ciudades con sus delimitaciones acordadas y en proceso de aprobación” y que el Gobierno de España está preparando un decreto de urgencia para dar seguridad jurídica a esas zonas de bajas emisiones.
La formación considera asimismo que, a estas alturas, Vigo ya debía tener concretado el diseño de esos espacios (principalmente, lugares que requerirán de etiqueta válida para acceder y horarios de vigencia) “en consonancia con todo el desarrollo normativo que está en marcha”.
Sin embargo, según expone su portavoz, Rubén Pérez, “lejos de disminuir, en nuestra ciudad cada día entran miles de vehículos” y un 65% de los tránsitos son “intraurbanos”, tal y como reconoce el propio Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
Igualmente, Marea de Vigo entiende que se debe establecer una comisión de trabajo plural en la que participe el movimiento ecologista vigués. Colectivos como Ecologistas en Acción o Greenpeace ya han presentado una guía de implantación de ZBE en la calles de Vigo que “puede ser un inicio interesante para hacer una verdadera movilidad sostenible”.
Unas zonas que, para el grupo municipal, “están perfectamente amparadas por la legislación vigente y que en Vigo tienen que implantarse de forma inmediata ante las altas emisiones de contaminación y saturaciones de ruido por encima de las recomendaciones de la propia OMS en el centro urbano”.
Cabe recordar que el Concello de Vigo ha decidido pausar la creación de las ZBE ante el varapalo judicial sufrido en Barcelona. Allí, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anuló en marzo la ordenanza municipal que establecía los lugares declarados como zonas de bajas emisiones. A ellas solo pueden entrar los vehículos que dispongan de la etiqueta correspondiente en un horario determinado (de lunes a viernes de 07.00 a 20.00 horas). Esas etiquetas se conceden en función de la antigüedad o las características de cada automóvil. El color del distintivo también varía según parámetros de contaminación. La idea es ir restringiendo de forma progresiva los accesos de aquí a 2030 en todas las urbes de país.
El Concello de Vigo tenía preparado su borrador para aprobarlo inicialmente y luego someterlo a exposición pública, pero este dictamen judicial ha hecho reflexionar a la administración local. En Praza do Rei consideran más prudente pausar la tramitación y buscar asistencia técnica especializada para que no suceda lo mismo que en Barcelona. Por tanto, de momento el Ayuntamiento prefiere no desvelar el contenido de la normativa que estaba preparando.
A pesar de todo, en Barcelona se mantiene vigente la zona de bajas emisiones actual porque la sentencia se ha recurrido y se ha denegado su ejecución provisional. La sala de lo contencioso del alto tribunal catalán rechazó la petición de la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias para que el fallo se aplicara de forma inmediata, sin esperar a que sea firme.