La borrasca que tiene previsto entrar en las próximas horas en la costa gallega, obligó a un gran número de buque a buscar refugio. A última hora de la tarde de este lunes, primer día de 2024, un total de 7 barcos se encontraban fondeados al abrigo de las Cíes. Los mercantes esperan en la ría de Vigo a que pase el mal tiempo para reemprender su travesía.
Durante el fin de semana pasado se declaró alerta naranja en toda la costa gallega por mala mar. Este 1 de enero ese aviso ya se reduce tan solamente al noroeste del litoral de A Coruña por fuertes vientos.
En las Rías Baixas la alerta es amarilla por vientos del sur/suroeste de 50 a 60 kilómetros por hora. Esto ha provocado que siete barcos aguarden en Cíes.
Esta imagen es ya habitual en las aguas viguesas, cuyas 14.000 hectáreas sirven de abrigo a decenas de buques que se ven obligados a interrumpir su travesía como consecuencia del mal tiempo.
De hecho, frente a las Islas Cíes existe un fondeadero para casi una veintena de buques de gran calado, tanto como lugar de refugio en caso de condiciones adversas, como punto de espera antes de operar en el Puerto.