La ebullición de Churruca empieza el sábado a las 12 de la mañana con un rock and roll que late durante todo el día entre puestos de moda vintage, joyas artesanas, piezas de decoración de cerámica, obras de arte que se imprimen en lienzos, láminas, ropa y todo tipo de soportes y obras únicas que emanan de la mente y los proyectos de creadores locales. El mercadillo, de espíritu vanguardista, moderno y sostenible, está en las discotecas: cada bar es un universo.
El evento se celebra un sábado al mes de 12h a 20h y aunque el movimiento es una constante, la sesión vermú es su quintaesencia, porque tanto dentro como fuera de los bares de copas se sirven pinchos gratuitos con la bebida y cada local tiene una propuesta gastronómica diferente por menos de 3 euros. La próxima cita es el 5 de febrero.
Churruca, un referente cultural más allá de los bares de copas
«Queremos dinamizar el día, convertir el ruido de las calles en el barrio de las artes», indica Carlos Reserva, de Reserva Rock, uno de los impulsores de esta iniciativa en la que también se involucra Ana, responsable de la sala Kominsky, que gestiona y coordina con espíritu rompedor y combativo la nueva propuesta: «Ofrecemos cultura porque la gente viene más a bares que a museos».
Ambos se asociaron con otros propietarios de locales emblemáticos como A Casa de Arriba, Radar, Bizarre, Batallón Baiuca, Tinta Negra, Cantina Candela, el restaurante Gotham y Galería Maraca y reivindican el reconocimiento de su esencia.
«Este barrio está vivo»
«Este barrio está vivo y queremos que se descubra toda su riqueza» -insiste Ana- «hacemos música en directo, exposiciones, mercados, teatro y promovemos alternativas de todo tipo«. Lo explica entusiasmada, reivindicativa: «Churruca es cultura no sólo en Vigo, también a nivel Galicia y a nivel nacional».
La asociación quiere poner en valor a la cuna de la cultura viguesa y convertirla en un referente y, entre otras razones, luchan por hacer accesible a todo el mundo la creatividad que emana de ella: «A un Corte Inglés puede ir cualquiera pero hay artesanos brillantes que mueven su arte por internet y a los que la mayoría de la gente no llega, eso es lo que queremos darles nosotros». Lo mismo, sostiene, ocurre con los músicos, pintores, grafiteros, actores y creadores de todo tipo. Por eso la cultura también sale al exterior y convierte las calles en obras de arte.
Carlos está satisfecho con la respuesta de los vecinos: «Está siendo muy divertido y funciona, cada vez viene más gente llamada por el boca a boca». Detalla cómo quienes entran en un local se mueven al siguiente convirtiendo la zona en una suerte de museo urbano y una alternativa de ocio y punto de encuentro apta para todos los públicos: «Damos espacio a protectora de animales, pero también vendemos ropa de segunda mano vintage, artistas que serigrafían sus diseños en sudaderas y camisetas y el mes que viene probablemente vendrán apicultores que venden miel y velas hechas con cera de abeja».
Los puestos fluctúan, pero no su carácter, abrieron la cuenta de Instagram @asociacion_churruca para informar a los ciudadanos sobre dónde, cuándo y qué se van a encontrar. El próximo fin de semana el mercadillo se celebrará en 5 locales: Batallón Baiuca, Cantina Candela, Reserva Rock y Tinta Negra.
Sueños e ideales para salir de una crisis construyendo futuro
«Dentro del drama que ha supuesto la pandemia hemos aprovechado el tiempo para discurrir y unir fuerzas». La idea primigenia sobre la que se cimentaron las demás fue la sesión vermú: «Entre todos hemos ampliado el concepto hasta dar forma a lo que está ocurriendo ahora».
Ana recuerda lo lento que pasaba el tiempo en los momentos de incertidumbre, tanto ella como sus compañeros optaron por construir para no sucumbir. Aprendieron a amoldarse a las restricciones y a enfocarse en generar tormentas de ideas. Su determinación hizo el resto.
«Aquí nacen ideas»
Hace décadas que son testigos de la manera en la que los sueños pintan lienzos y las ideas se convierten en canciones. La atmósfera del barrio es sólida y las personas que lo transitan la tallan y esculpen con la mente.
Los propietarios de los locales de hostelería de Churruca conocen el significado del parpadeo de las persianas metálicas de un bar: «Vamos a demostrar que la gente aquí no solo viene a salir de fiesta, aquí nacen ideas y damos cabida a todas ellas, no solo somos hostelería, hacemos otras cosas a parte de poner cañas».