La Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los crímenes del franquismo (Ceaqua) acaba de presentar una nueva denuncia contra torturas policiales ocurridas en 1976 en Vigo, durante el franquismo y la transición.
La abogada Irene Álvarez, portavoz del colectivo, dio a conocer este viernes los hechos, que se suman a otra querella más de una situación similar vivida en Guntín.
Se trata así, según dijo, de dos «violaciones de derechos humanos» que se registraron en el Castro de Vigo y en la localidad lucense y, posteriormente, en la Jefatura de A Coruña.
Las propias víctimas han relatado en rueda de prensa lo que vivieron hace casi 50 años, cuando sufrieron «vejaciones, torturas y malos tratos» durante el tiempo del llamado Tribunal de Orden Público del franquismo.
En Vigo, la situación la vivió Manuel Reboiras, que interpuso una querella contra nueve agentes de la Sección Local de Investigación Social de la Comisaría del Cuerpo General de Policía de Vigo con motivo de su detención el 18 de junio de 1976 en el monte del Castro.
En una rueda de prensa, Reboiras no solo relató lo sucedido sino que explicó cómo continúa afectándole en su vida a día de hoy, ya que su hermano fue asesinado por el régimen en 1975.
Otra denuncia en Guntín
Mientras, lo sucedido en el municipio de Guntín fue vivido por Xosé María Brañas Pérez, quien interpuso una querella contra siete agentes miembros de la Brigada Regional de Investigación social de la Jefatura Superior de Policía de A Coruña y de la Sección Local de Investigación Social adscrita a la Comisaría del Cuerpo General de Policía de Lugo con motivo de su detención el 11 de agosto de 1975 en Guntín (Lugo).
Tal como ha explicado, estuvo hasta cinco días detenido en A Coruña, tras ser arrestado en Guntín. Antes de llegar a la ciudad herculina, ya fue maltratado. Una vez allí, estuvo 72 horas sufriendo golpes por diferentes agentes hasta que lo llevaron a los calabozos.
Más de 100 en España
«Estas querellas se suman a las más de 100 querellas presentadas en el conjunto España por personas que, en el ejercicio de su derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, demandan la investigación y enjuiciamiento de los crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura franquista», han reivindicado, pese a reconocer que siempre terminan archivadas.
Pese a todo, aseguran que «nunca es tarde» y que más que pretender que paguen aquellos que en su día los torturaron, buscan que «no se olvide» y que los jóvenes conozcan todo lo ocurrido durante el franquismo.
«Hay gente joven que se piensa que el dictador y que toda esa época era una maravilla. Tiene que saberse que durante muchos años ha habido gente exiliada, incluso exilio interior, muy jodidos, y otros torturados y muchos fusilados», han insistido.