La UTE Vigbus, compuesta por nueve empresas del sector de transporte de viajeros, ha logrado que la Xunta de Galicia paralice la adjudicación de un concurso público de transporte escolar que cubre las rutas de varios centros de enseñanza de Vigo. La resolución se refiere al llamado lote 53 cuya concesión fue a parar a la UTE Escolar Zona de Vigo (compuesta por 16 empresas) aunque también se han paralizado los lotes 2, 10, 12 y 22, es decir, aquellos pendientes de licitar.
Según los recurrentes de la resolución, la UTE Vigbus, “el adjudicatario no dispone de los medios suficientes y necesarios para la ejecución del contrato a sabiendas de que a la firma del mismo ya sabe que se va a incumplir” ya que, según Vigbus, cinco de los autobuses que la concesionaria pensaba utilizar para prestar el servicio escolar en varios centros de Vigo ya se están utilizando en otros servicios de transporte regular de viajeros -en algunos casos, una misma matrícula se repite hasta cuatro veces-, otros siete vehículos pertenecen a un contrato de transporte de viajeros que se lleva a cabo en estos momentos en Barcelona y otros tres son vehículos adscritos a una empresas que no pertenece a la UTE adjudicataria cuando la subrogación no es admisible en este tipo de contrato.
Según Fernando García Fontán, portavoz de Vigbus y vicepresidente de Galibus, “la concesionaria repite matrículas de coches que están adscritas a otros contratos de los que son adjudicatarios habiendo una incompatibilidad de horarios y servicios. Por lo tanto, lo que pedimos es que la administración controle esta situación ya que es imposible que un autobús haga dos servicios a la vez, por lo tanto, significa que no dispone del número necesario exigido en los pliegos”.
Por otra parte, según los recurrentes, la UTE concesionaria tampoco tiene la solvencia medioambiental que se exige en el concurso. Alguno de los integrantes de la UTE adjudicataria, según la denuncia de Vigbus, ya incumplían la exigencia medioambiental de coches categoría C en lotes adjudicados anteriormente. “Es imposible que incumpliendo ya concesiones anteriores, ahora puedan disponer de vehículos de la categoría reclamada en el pliego para la zona de Vigo”, argumenta García Fontán quien recalca que “está claro que si ya carecía de solvencia para haber licitado, cuanto más, para ser adjudicatario. Si ya faltan en tres lotes de transporte escolar 15 vehículos de categoría C, ¿cómo puede ser que ahora digan que sí los tienen para este?”
Según Fernando García, “somos los primeros que defendemos un transporte público de calidad, pero sin opacidad. Y en este sentido pediremos a la administración que paralice todos los concursos que están sin ejecutar y que se revise bien la documentación aportada por cada concurrente para evitar estos incumplimientos reiterados que llevamos denunciando ya desde 2017”.
Por todo ello, la UTE Vigbus reclamó el pasado 25 de marzo al Tribunal de Administración de Contratación Pública de Galicia, TACGal, dependiente de la Consellería de Facenda, que declarase nula la resolución. Los lotes que ha paralizado por el momento la administración, además del de Vigo, son los lotes 2, que cubre una zona de A Coruña; el lote 10, en Arteixo-Culleredo; el 12, en Betanzos-Oza y Cesures-Curtis y el 22 de la zona de Sada.
El pasado mes de marzo, medio centenar se autobuses procedentes de Vigo, Santiago, Ourense y Lugo, pequeñas y medianas empresas de Galicia; se concentraron a las puertas de San Caetano para exigir a la Xunta que controle el cumplimiento de las licitaciones, tanto de transporte regular como escolar, en gran medida concedidas al grupo Monbus a través de diversas agrupaciones empresariales bajo la modalidad de UTE.