La Papanoelada Motera de Vigo volvió a convertir la ciudad en una gran serpiente de color y dulce. Se puede celebrar la Navidad de muchas maneras. La gran mayoría decora la casa, compra regalos y gana unos cuantos kilos de peso a base de comilonas. Están los de Papá Noel y los de los Reyes Magos. Otros muchos prefieren no saber nada de las Navidades. Y también quien se ve más identificado con el Grinch.
Pero los vigueses ya se han acostumbrado a la invasión motera que llena sus calles durante una tarde de finales de diciembre. Ese día fue este sábado, día 23, y miles de vehículos de dos ruedas protagonizaron la jornada navideña.
Pedida de mano en Navia
Las motos salieron como es habitual desde Navia, después de pedida de mano de Quique a Lorena. Y desde allí comenzaron a circular hacia el centro. También allí, los voluntarios del Banco de Alimentos recogieron la comida que los participantes donaron.
Rodaron las motos por las rúas Pedra Seixa, Ricardo Mella, Caramuxo, Avenida da Florida, Praza de América, Gran Vía ascendente, túnel de Praza de España, Gran Vía descendente y giro a la izquierda hacia Venezuela.
Acelerones y caramelos
Sus bocinazos, acelerones y caramelos fueron respondidos por las miles de personas que se concentraron en las aceras con aplausos y ovaciones.
Sobre las seis de la tarde llegaron a la calle Venezuela, a la altura de Salesianos, donde fueron recibidos por el alcalde, Abel Caballero.
Regreso a Navia
Posteriormente, el regreso hasta Navia por Camelias, Álvaro Cunqueiro, túnel de la Praza de América, Avenida de Castelao, Avenida de Europa, Teixugueiras, Limpiño y final en Pedra Seixa.