La obra de rehabilitación del Pazo da Raposeira, una espléndida casa señorial que fue construida entre los siglos XVII y XVIII -desconocida para muchos vigueses y viguesas- y que se encuentra en el barrio de Sárdoma, al fin llega a su fin.
Tras un largo periplo de trámites, varios anuncios de inicio y fin de obra, plazos incumplidos, datos erróneos durante el proceso administrativo y hasta un sobrecoste económico, el inmueble ya luce completamente restaurado por dentro y por fuera con una cuidada actuación que estos días pasa ya a una nueva fase con ‘mudanza’ incluida.
Y es que tras confirmar el Concello de Vigo que las obras se encuentran completamente rematadas -incluso este sábado está previsto que se realice una visita institucional con el alcalde Abel Caballero a la cabeza-, se ha hecho efectivo un contrato para la reubicación de muebles y otros enseres tras la restauración del edificio por un importe de 726 euros así como otra contratación para la realización de un reportaje fotográfico por una cantidad superior a los 6.000 euros con fecha fin de plazo el 31 de diciembre de 2024.
Con todo, la restauración del ‘desconocido’ pazo de San Pedro de Sárdoma -que cuenta con un gran valor patrimonial e histórico, tanto la edificación como sus jardines- lleva años dando vueltas, iniciándose realmente los trámites administrativos allá por el año 2022 -con la aprobación de la financiación con fondos europeos Next Generation-, dando luz verde al proyecto en febrero de 2023 y anunciando el regidor en mayo de ese mismo año -tras aprobarse en junta de gobierno local la licitación de la obra- que la empresa adjudicataria tendría de tope hasta el 30 de septiembre de este año 2024 para rematar completamente la reforma.
Y así debía ser habida cuenta de los fondos europeos enmarcados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España que recibió y que ascendieron a una subvención total de 1.495.451,86 euros.
Las obras contaban con un plazo de ejecución de 8 meses, iniciándose el 15 de noviembre de 2023 cuando se hizo efectiva la firma del acta de replanteo. De este modo, el fin de obra estaba marcado para julio de 2024 pero, como se pudo observar, no se cumplió el plazo.
De hecho, en mayo de este año se autorizó la ampliación de plazo del contrato por 77 días más, dejando así la nueva finalización de la actuación en el horizonte del 30 de septiembre de este año, fecha que tampoco se cumplió.
Es más, en el compendio de esta larga tramitación mientras ya estaban en marcha las obras, se formalizó también el cambio del responsable del contrato -que en un primer momento era externo- designando en ese momento a un funcionario municipal de cara al fin de la actuación.
Modificado por el sistema de saneamiento
Y a mayores de la primera ampliación del plazo de obra, en julio de este mismo año 2024 se solicita un modificado en el proyecto derivado de una falta de previsión por culpa de unos datos incorrectos que tenía el Ayuntamiento sobre el sistema de saneamiento y que se detectaron en plena ejecución de las obras tras contactar los responsables de la misma con Aqualia y de cara a gestionar la conexión del edificio al sistema municipal.
Y ahí llegó la sorpresa puesto que no existía una conexión a la altura del número 3 del camiño Raposeira, lugar donde se encuentra la edificación, siendo el punto más cercano el que se encuentra en el número 36 de dicha vía, por lo que, y como se contempla en el expediente, era necesaria la ejecución de un nuevo trazado del colector de 167,65 metros de longitud.
Es más, la construcción e instalación de esta infraestructura se consideraba «imprescindible» por los responsables de la obra para asegurar así la conexión y «garantizar la salubridad y bienestar de los usuarios y residentes de la zona».
Este imprevisto que no estaba contemplado inicialmente provocó un sobrecoste en la obra de 99.840,33 euros así como una nueva ampliación de plazo -de un mes más- y que implicaba, a mayores, que la fecha fin de liquidación que se marca con la empresa adjudicataria llegaba a finales del mes de noviembre.
De este modo, el coste final de la obra también varió ya que se licitó -en julio de 2023- por un coste superior a los 1.850.083,91 euros mientras que la adjudicación se rebajó a 1,75 millones de euros, que se llevó la empresa Construcciones Abal, resultando ganadora del concurso público.
Pero esa rebaja con la que se alzó en la licitación, finalmente se le ha sido ‘devuelta’ en ‘concepto’ de sobrecoste tras este error administrativo que tuvo que ser solventado con un modificado y que llevó al importe final de la obra, según consta en el expediente de la Plataforma de Contratos, a un total de 1.854.885,37 euros, básicamente la misma inversión con la que se llevó a cabo el inicio de la contratación de la actuación y a la espera de la liquidación final de la obra a finales de este mes de noviembre.
Una casa señorial con linajes
El Pazo da Raposeira, casa señorial que fue construida en diferentes etapas, la inicial en el año 1.625 cuando se levantó el ala norte y la entrada del edificio. Posteriormente, en 1.712, se completó la edificación principal con la torre, la capilla y el patio de armas por Antonio López, regidor perpetuo de Vigo, que junto a Isabel Araujo fundaría el vínculo de A Raposeira.
Desde la fundación del vínculo, la propiedad fue transmitiéndose de generación en generación llevándose a cabo sucesivos entronques con notables linajes. Así hasta la última propietaria descendiente directo de la familia fundadora, que lo cedió al Concello.
El edificio cuenta con un gran valor patrimonial e histórico y, finalmente y según marca el plan de necesidades, el espacio rehabilitado se destinará a un uso socio cultural, con el objetivo de realizar diversas actividades complementarias de forma que se convierta «en un foco de referencia de toda la zona».