Cada vez hay más ciudadanos de Vigo y alrededores convencidos de la inquina de las ciudades del norte e incluso de la propia Xunta de Galicia. Esa guerra absurda en contra de los intereses de la ciudad de Vigo es, en realidad, una guerra en contra de Galicia, puesto que los beneficios para la ciudad olívica lo son también para todos los gallegos. Además, esa obsesión en contra de Vigo deja entrever un enorme complejo, un terror desmedido a que Vigo supere todavía más su condición de ciudad más industrial de Galicia, la de mayor dimensión en muchos aspectos. ¿Quién está realmente detrás de esos intereses en contra de Vigo? Está claro que hay alguien, alguna persona o quizá un conjunto de entidades, que está moviendo los hilos tras los bastidores del poder. Sin embargo, la ciudad de Vigo sigue creciendo en todos sus frentes y el aeropuerto de Peinador vuela cada vez más alto, con mayor oferta de conexiones aéreas y con mayor número de pasajeros.