El Bloque Nacionalista Galego (BNG) defenderá en el Pleno de Vigo la gestión pública directa del autobús urbano para impedir otra «nefasta concesión» como la de Vitrasa a poco más de un mes para la finalización del contrato.
El partido nacionalista acaba de hacer pública una moción, que se debatirá en la sesión plenaria ordinaria de este próximo lunes, en la que demanda desistir de la licitación anunciada por el Ayuntamiento e iniciar en su lugar la constitución de una empresa pública que ponga fin a la «precariedad» de este servicio esencial.
Así lo expuso este viernes el portavoz municipal del BNG, Xabier P. Igrexas, quien defendió la remunicipalización del bus como una «oportunidad histórica para evitar que se hipoteque la ciudad por 10 años más» con un transporte urbano «insuficiente y deficiente».
Una medida que, para la organización nacionalista, está justificada después del continuo empeoramiento del servicio bajo gestión privada. «Ya se demostró un pésimo negocio para el interese público, en el que la única beneficiaria fue la empresa concesionaria», afeó.
Igrexas puso como ejemplo las «numerosas deficiencias» en el actual servicio de bus urbano, como el recorte de 250 frecuencias diarias desde la pandemia o la supresión de líneas como la C2, N2 y N3.
El portavoz nacionalista criticó también el mapa de líneas por «obsoleto» y por no conectar adecuadamente los barrios y parroquias de la ciudad ni con servicios esenciales como hospitales, el campus universitario o polígonos industriales.
Para el BNG, estas decisiones de la empresa concesionaria -con la «complicidad» del Gobierno de Abel Caballero- demuestran que la gestión privatizada «prioriza la rentabilidad económica sobre las necesidades de los vecinos».
Así lo evidencia, a juicio del nacionalista, «la mala planificación horaria, con largas esperas en las paradas y buses llenos, con un modelo de frecuencias variables en lugar de fijas y con un insuficiente servicio nocturno», relata.
Todo, matiza, «a pesar de ser el billete más caro, incluso con las bonificaciones municipales, de todas las ciudades gallegas y uno de los más elevados del Estado», apunta en un comunicado.
Desistir de la licitación
La moción del Bloque recoge en ese sentido dos propuestas para el debate y aprobación plenaria. Por un lado, reclama que se desista del procedimiento de licitación pública anunciado en los últimos días para una nueva concesión del bus urbano. En su lugar, pide iniciar los trámites para constituir una empresa pública municipal de transportes que asuma la gestión directa del servicio.
El BNG llama también a convocar «de forma urgente» el Consejo Sectorial de Transportes del Ayuntamiento de Vigo, que lleva sin reunirse desde el año 2019, para poder «debatir y definir de manera participativa» las condiciones en las que debe funcionar el autobús urbano en los próximos años.
En este organismo demandan que se informe de las conclusiones del ‘Estudio técnico sobre la demanda del transporte urbano colectivo’ contratado por el Gobierno local como base del futuro contrato pero del que nada se sabe a poco más de un mes de finalizar la actual concesión.
«En el Pleno del próximo lunes tanto el PSOE como el PP van a tener que escoger: optando entre prolongar 10 años más la agonía de un autobús urbano que no atiende las necesidades del vecindario o dotar Vigo de una empresa municipal de transportes que ofrezca un mejor servicio público», avanzó el portavoz municipal sobre la moción.
Igrexas situó la movilidad como un factor central y estratégico del modelo de ciudad. «Las viguesas y vigueses quieren y merecen una ciudad más habitable, más sostenible y más verde», defendió, asegurando que en ese camino es «fundamental» garantizar un servicio de bus urbano que sea «alternativa real» al uso del coche privado y que «esté a la altura de una urbe de 300.000 habitantes y 110 kilómetros cuadrados como Vigo», sostuvo.