El primer ministro de la República de Portugal, António Costa, se comprometió este jueves ante el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a construir el tren de alta velocidad que podrá unir Vigo y Oporto en menos de una hora (unos 55 minutos). Por su parte, Feijóo, destacó que esta garantía ofrecida por el país vecino con el AVE Vigo-Oporto es «un importante acicate» para que el Gobierno de España priorice una infraestructura estratégica para ambos países.
“Agradecemos al primero ministro la confirmación de que esta conexión sea una prioridad para incluirla en los fondos europeos y así conseguir la financiación idónea”, aseguró Feijóo. El presidente gallego incidió en que este apoyo implica que las autoridades españolas «también prioricen sus inversiones con la frontera portuguesa».
De esta forma, Vigo podrá ser estación pasante, con un proyecto de unos 500 millones de euros, y conectarse con Guillarei-Tui en un trayecto de alrededor de 30 kilómetros. Así se conseguiría unir definitivamente la ciudad olívica con el norte y centro de Portugal, hasta Lisboa, en unas tres horas.
«El primer tramo que se empezará a construir en la parte portuguesa será el de Braga hasta la frontera con Galicia, presupuestado en 900 millones de euros, a una velocidad entre 220 y 250 km hora y cuya obra está previsto que comience en el 2025, una vez finalizados los estudios de impacto ambiental», aseguró Feijóo.
Next Generation para la automoción
Asimismo, el responsable del Ejecutivo autonómico trasladó al primer ministro el interés de los alcaldes de la zona de Vinhais y A Gudiña para llevar a cabo a mejora de las conexiones viarias a ambos lados de la frontera, “tanto para vertebrar todo ese territorio como para utilizar la estación del AVE en A Gudiña y poder así conectar las poblaciones portuguesas hacia Galicia y Madrid”.
En lo tocante a las posibilidades que brindan los fondos europeos Next Generation para reactivar la situación económica, Feijóo se refirió al proyecto relacionado con la automoción que ha presentado la candidatura gallega, además de evaluar las sinergias que en este ámbito pueden desarrollar Galicia y el norte de Portugal.
Y, en materia de transformación energética, destacó los trabajos que tanto las empresas gallegas como las del país vecino están llevando a cabo, con el objetivo de hacer inversiones en Galicia y en el norte de Portugal en el ámbito de las energías renovables.