Los grupos municipales de la oposición, PP y BNG, han exigido al alcalde de Vigo que actúe, después de que, en las últimas horas, la empresa hubiera dado por rotas las negociaciones con el comité, y le han urgido a convocar a las partes para retomar una «verdadera negociación» en la que el Concello de Vigo ejerza como «mediador» para poner fin a la huelga indefinida de los trabajadores, que ya supera los tres meses.
Así, el BNG ha lamentado la «complicidad» del gobierno local con Vitrasa, a pesar de los «incumplimientos» del pliego de concesión por parte de la empresa y ha pedido al regidor vigués que convoque a las partes.
En el mismo sentido se ha pronunciado el grupo popular, que ha exigido al alcalde que «siente a las partes» y que el Concello actúe como «mediador» en este conflicto.
El concejal Miguel Martín ha señalado que Abel Caballero «no puede seguir escondiéndose más» y sin ejercer sus competencias como primera autoridad de la administración titular del servicio público de bus urbano.
Además, ambos grupos también han criticado la opacidad del Concello en lo que respecta al expediente del reequilibrio financiero, tras conocerse que no es preceptivo el informe de la Oficina Nacional de Evaluación y tras las «advertencias» de la Valedora do Pobo, ha recordado el concejal popular.
Por su parte, el portavoz del grupo nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, ha denunciado que el gobierno municipal presidido por Abel Caballero está tramitando «a escondidas» el reequilibrio económico y ha exigido «transparencia» en este procedimiento, que el gobierno local «dé la cara».
También ha lamentado que el gobierno de Caballero está tramitando «con hermetismo y opacidad» ese expediente de reequilibrio, sin desvelar de cuánto va a ser la compensación que se pague a Vitrasa, a pesar de que habrá que hacer una modificación presupuestaria para abonarla. Asimismo, Pérez Igrexas ha avanzado que, en todo caso, el importe será «menos de la mitad» de los 31 millones que reclama la concesionaria.
El portavoz nacionalista ha censurado que el propio alcalde presentó hace tres meses ese reequilibrio como la solución al conflicto, instando al comité a desconvocar la huelga indefinida en el servicio de bus urbano, cuando en realidad «todo apunta a que no va a resolver nada, más allá de engordar con unos cuantos millones de euros más los bolsillos de la empresa concesionaria».