La primera piedra del ascensor Halo, una estructura de 50 metros de alto que cambiará el ‘skyline’ de la ciudad de Vigo, ha sido colocada este martes.
La obra, adjudicada el pasado 14 de junio a la UTE formada por Ferrovial y Oreco, costará exactamente 12,56 millones, de los que casi seis proceden de los fondos Next Generation, tal y como ha recordado este martes el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, quien ha vuelto a dar las gracias al presidente de España, Pedro Sánchez, y a su Gobierno.
“Es una obra de gran envergadura con un coste significativo, dará la vuelta al mundo”, ha dicho el alcalde, quien ha destacado la importancia de la estructura, clave en el proyecto de rampas y ascensores conocido como ‘Vigo vertical’ con el que el Ayuntamiento trata de domar la complicada orografía de la ciudad.
Este ascensor, coronado por una plataforma de 90 metros de diámetro en forma de anillo que se convertirá en el mejor mirador a la ría, conectará la parte baja de Vigo con el barrio de Casablanca, en la parte media, que a su vez está conectado con la alta, en lo que Caballero ha definido como un “gran corredor de elevación mecánica para unir verticalmente el mar de Vigo con la zona más alta”.
En realidad, serán dos los ascensores, ambos acristalados, cada uno de los cuales tendrá capacidad para 15 personas y tardará 25 segundos en completar su trayecto hasta la pasarela superior, que estará cubierta en su parte oriental y descubierta en la occidental.
Si todo avanza como el alcalde ha prometido, el ascensor se inaugurará el 31 de diciembre de 2023 tras casi 17 meses de obras, las cuales, ha insistido hoy, no tendrán efecto alguno en los accesos a la estación de autobuses, junto al centro Vialia.
El Halo ha sido diseñado por el estudio de Arenas y Asociados en colaboración con la viguesa AM2 y la portuguesa NOARQ y las infografías difundidas hasta ahora muestran una obra de vanguardia de estética futurista que cambiará la cara de Vigo.