La ciudad de Vigo no es insensible a esta celebración mundana, a su atractivo para la gente joven, y ofrece una variada oferta de ocio en Halloween: desde iniciativas privadas pero gratuitas como las programadas por el Centro comercial A Laxe, hasta propuestas familiares en muy diversas zonas de la ciudad (Bouzas, zona Náutico, Calvario…).
En clave motera, este domingo 27 de octubre, a partir de las 16:00 horas, y hasta las 16:30 horas, todos los que quieran participar tan solo tienen que acercarse al aparcamiento de Samil -junto a las instalaciones deportivas municipales-, que será el punto de encuentro y de salida de la Ruta Motera de Halloween.
También el Centro Comercial Gran Vía tiene una agenda completa de Halloween. El jueves 31 de octubre habrá actividades pensadas para toda la familia: un pintacaras y un photocall de 17:00 a 20:00 horas en la Planta 1 (zona Oysho), en los que los más pequeños podrán maquillarse y posar con sus disfraces en un divertido photocall. Además, de 19:00 a 20:00 horas, un grupo de mariachis llenará de música y tradición la tarde, ofreciendo una actuación especial que pondrá la nota final a este día tan especial.
Por su parte, Vialia ofrece diferentes y divertidas actividades durante todo el mes de octubre, los más pequeños de la casa ya pudieron disfrutar de cuentacuentos (22 de octubre). Todavía habrá talleres de decoración de calabazas (29 de octubre), pintacaras o fotos con toda la familia en el photocall terrorífico (29, 30 y 31 de octubre).
Además, en el Centro Comercial Travesía de Vigo los días 30 y 31 de octubre, la planta alta del recinto será el escenario de múltiples eventos para toda la familia.
En casa también
Pero también podemos inundarnos de Samaín en nuestra propia casa disfrutando del terror en todos sus posibles registros. El horror se viste con cualquier piel, nos aterroriza un relato de Poe, una película de John Carpenter o un cómic de Junji Ito con una intensidad que desborda el medio. Sea en forma de literatura, cine, música (hay discos realmente tenebrosos, como verán si siguen leyendo) o cómic cuando se trata de acercarnos al pavor el medio no es el fin: asustar y acongojar son las metas.
Sangre de celuloide
Pero si hay un medio que se ha convertido en el rey del horror es, no cabe duda, el cine. Combinar imagen y sonido con efectos veristas da alas al retrato de lo espantoso. Este año se ha estrenado en España una cinta que está llamada a convertirse (¿lo es ya?) en clásica del género zombi. Una producción argentina que arrasó en Sitges el año pasado y que llegó este 2024 a las salas y también a las plataformas. Cuando acecha la maldad (2023) es la consolidación de Demián Rugna con una descarnada aproximación renovadora del subgénero de los muertos vivientes (aquí llamados “los embichados”).
En esta road movie a la fuga los zombis te contagian casi con mirarte, lo que enlaza con estos tiempos post pandémicos y convierte esta fuga desesperada en metáfora de nuestra fragilidad como civilización. El miedo al contagio nos revela temores atávicos (una oveja puede provocar espanto en el contexto de Cuando acecha la maldad), asistimos incrédulos escenas de una violencia brutal, cortante, abrasiva antes que efectista y la crueldad en la puesta en escena aturde.
Puede sobrar un final innecesariamente explicativo (la causa, al final, tras la exposición de barbaridades que hemos sufrido durante el metraje, no interesa demasiado o no tanto como el viaje) pero ello no disminuye la categoría de Rugna como un enorme renovador del terror.
Dos blockbusters para Halloween
¿Demasiado fuerte para algunos? En todo caso este veranos se ha engalanado con dos blockbusters donde el terror manda pero, digamos, para todos los públicos. Una es el nuevo eslabón de la saga Alien (Alien Romulus refresca la franquicia de la mando del uruguayo Fede Álvarez) y otra ha sido Longlegs de Osgood Perkins, hijo del ilustre Anthony, que sin duda sucederá en una cadena de clásicos populares del terror a cintas de sordidez mainstream como El silencio de los corderos y Seven.
Con su mezcla de asesinatos truculentos, un serial killer icónico (Nicolas Cage dándolo todo, aceptando encantado un personaje desfasado que le sienta como anillo al dedo) y una actuación excepcional de Maika Monroe, Longlegs ha sido el éxito del verano. Ya se puede alquilar en plataformas.
Y quien dice películas, dice también series. Desde que Mike Flanagan perturbara con La Maldición De Hill House en 2018 (combinación de historia de fantasmas y drama familiar) las plataformas han visto que el género puede triunfar (para ser justos, deberíamos citar, antes, American Horror Story, quizá el primer éxito de una serie de terror de la televisión moderna).
Y mientras esperamos que la nueva producción de James Wan, Teacup, tenga plataforma y fecha de emisión en España, vamos a recomendar otra novedad ideal para Halloween: tras una aclamadísima primera temporada de 2021, la serie de terror antológica de Prime Video Them ha regresado, bajo el subtítulo The Scare (El Miedo). Creada por Little Marvin y la producción ejecutiva de Lena Waithei, si la temporada 1 se situaba en Los Ángeles durante los 50, abordando un relato de racismo y terror, la temporada 2 repite el entorno, pero esta vez a los 90 para sumirnos en un relato alrededor de un sórdido asesinato.
También cabe mencionar, en el apartado de series, La última noche en Tremor, una producción española para Netflix que se estrena muy oportunamente el 25 de octubre. Una puerta a misterios y espeluznantes visiones, parece ser, bajo la dirección de Oriol Paulo.
Terror entre páginas
Más allá del terror fílmico hay propuestas importantes tanto en la literatura como en el cómic. Mariana Enriquez. La aclamada autora trasciende, de hecho, los entornos del horror-fandom y ha triunfado como una de las voces capitales de la nueva narrativa en lengua castellana. Y lo hace desde el terror con relatos breves, caso de su último libro Un lugar soleado para gente sombría (2024) o en su novela Nuestra parte de noche (2022). Enriquez maneja a su antojo distintos niveles de horror, a veces extremo, en historias que aportan siempre una mirada social.
Y si queremos seguir leyendo para asustarnos (algo difícil, pero al menos sí que nos sobrecogeremos o experimentaremos un sentimiento de angustia, desasosiego, con la mejor narrativa del género), en el mundo del cómic ha triunfado recientemente una saga, Hay algo matando niños, del guionista James Tynion IV y el dibujante Werther Dell’Edera. La serie (publicada por Planeta), dinámica y de fondo turbio, narra la enigmática desaparición de niños en un pueblo norteamericano. Algunos de ellos regresan y lo hacen con historias terribles, sobrenaturales.
La aparición de una chica que se define como asesina de monstruos será el punto de arranque del relato. Misterio, acción y terror se dan la mano en una historia apta para todos los públicos (también el juvenil). Hay propuestas más retorcidas: busquen los mangas del delirante Shintaro Kago, no aptos para todos los paladares, o esa redefinición psicodélica y alucinada de “la nueva carne” que es Uzumaki, de Junji Ito.
Sonidos aterradores
Y puestos a redondear la experiencia, recomendamos acompañar la lectura con discos, con la música de algunos artistas oscuros y de escucha intensa o directamente turbadora. Hay bastantes ejemplos, y artistas que se sumergen en lo obscuro: del metal extremo nórdico hasta las compulsiones flagelantes de los primeros Swans, pasando por todo el rock siniestro (con ejemplos más eficaces que otros en su intento de sonar amenazantes, antes que circenses).
De reciente edición, recomendamos Cool World, segundo disco de Chat Pile, cuarteto de Oklahoma City que, para ser descriptivos, digamos que parece meter en la picadora de carne los géneros más duros de la música rock, devolviendo un amasijo crudo de postmetal y hardcore extremos. Sus letras son agónicas y críticas con la sociedad contemporánea, y sus dos discos pueden ser la banda sonora perfecta para el más salvaje “slasher” (subgénero de asesinos psicópatas inaugurado por John Carpenter con Halloween).
Pero si hay una artista realmente tétrica y que puede impregnarnos de terror en la escucha, esa es Diamanda Galás. La María Callas del Averno, la han llamado, y escuchar cualquiera de sus once discos puede ser una experiencia realmente turbadora. El último, Broken Gargoyles (2022) se centra en la obra del poeta expresionista alemán Georg Heym (1887-1912). Dos únicas piezas de sonidos cavernosos, avernales y aterradores (¿debería extrañar esto en alguien que bautizó su primer disco, de 1982, “Las letanías de Satán”?).
Da miedo, sí. Pero como decía Jack Skeleton… “esto es Halloween”, ¿no?.