El orden del día del pleno extraordinario convocado para hoy por el alcalde Abel Caballero solamente tenía un punto a tratar: «El rechazo de la actitud del presidente de la Xunta de Galicia y denuncia del trato discriminatorio contra la ciudad de Vigo, respecto de la falta de cooperación económica en la financiación de la remodelación del estadio de Balaídos».
Y acabó con la alianza de PSOE y BNG. Los ediles socialistas y nacionalistas votaron a favor (20 votos) por los 5 ´noes´ de los concejales del grupo municipal del Partido Popular, que intentó presentar una enmienda para llegar a un acuerdo y realizar una propuesta de mejora para los equipamientos e infraestructuras deportivas de la ciudad «que más lo necesitan»
La líder del PP de Vigo, Marta Fernández-Tapias, fue la encargada de proponerlo pidiendo que dejasen de utilizar Balaídos «como arma política» pero, tanto el portavoz socialista, Carlos López-Font, como el alcalde Caballero, no la tuvieron en cuenta en ningún momento.
Resultado: aprobación del único punto del orden del día con los siguientes acuerdos, como explicó López-Font: rechazar la actitud del presidente, «heredero de Feijóo y de lo que hizo, del trato discriminatorio con esta ciudad» para la reforma del estadio de Balaídos.
E instar al próximo gobierno a cooperar económicamente y «reclamar el abono de la parte correspondiente» a las obras ya realizadas». En definitiva, solicitar a la Xunta de Galicia una aportación de 20 millones de euros para completar la obra.
Pleno bronco con presencia de trabajadores de Vitrasa y «nervios» en la última semana de campaña
Fue un pleno corto pero intenso con amplia presencia policial para poder acceder a la sesión plenaria. Tan solo unos 35 minutos de duración -con la interrupción de los trabajadores de Vitrasa incluida- fueron suficientes para que entre los ediles de la Corporación municipal se dejasen entrever los «nervios» y el marco electoralista en el que estaba convocado este pleno extraordinario.
Así lo dejaron claro los portavoces de los tres grupos municipales durante sus intervenciones, jaleadas en algunos momentos por el resto de compañeros de bancada. Comenzó puntual -a las 9:31 horas- López Font para presentar el punto a tratar, hablando de un «escándalo y mentira más de Rueda», tomando como base la aportación que la Xunta de Galicia aprobó hace una semana en Consello de la Xunta para el estadio A Malata de Ferrol. «Preguntado por este asunto, balbuceaba», señaló el portavoz socialista sobre la falta de argumentos de Rueda para no aportar recursos económicos a Balaídos. «Con la Xunta no va el asunto», consideró.
Fue al terminar su intervención, y al dar paso el alcalde al portavoz del BNG, cuando una decena de trabajadores de Vitrasa -ya presentes en el salón de plenos pese a la vuelta de las listas negras- interrumpieron la marcha de la sesión para reclamar la atención del alcalde y que se hiciese un pleno con sus problemas. «Es una vergüenza que estén hablando de millones en una grada y nosotros tenemos cero euros», proclamaban, mientras uno de ellos enseñaba una de sus últimas nóminas a Caballero, de 80 euros.
El regidor aguantó el tirón durante unos minutos para, a continuación, abandonar el pleno. «Es vergonzoso que se vaya», «un cobarde», decían otros. En ese momento, la Policía Local comenzó a desalojar a los trabajadores presentes, no siendo más de 10 y no superando siquiera los 10 minutos de proclamas y reivindicación al gobierno local.
A las 9:45 horas volvía el alcalde a su asiento y se retomaba el pleno, con menos presencia policial y sin los trabajadores de la plantilla de Vitrasa, aunque siguieron presentes en las intervenciones de BNG y PP para lamentar que el regidor no quiera recibirlos.
El portavoz del BNG, Xabier Pérez Igrexas, quiso lamentar lo ocurrido y fue apercibido por el alcalde. El nacionalista lamentó que, una vez más, se reduzca la expresión de los vigueses a un «atrezzo» de la campaña del candidato «fake» del PSdeG-PSOE, en alusión a Caballero. Y pese a que le espetó que «no convoca plenos extraordinarios» cuando el gobierno de Pedro Sánchez no defiende inversiones en Vigo, tales como el tren de cercanías, el oceanográfico o la fábrica de baterías, entre otras… «a pesar de todo vamos a votar a favor de esta iniciativa porque siempre estamos del lado de la ciudad gobierne quien gobierne».
Por último, desde las filas del Partido Popular, Fernández-Tapias tachó de «escenografía electoral» la convocatoria del pleno extraordinario. «Es una auténtica vergüenza y propaganda utilizar a la Corporación como arma política», tachó, señalando que la finalidad de la sesión no era otra que mostrar el «nerviosismo» por los resultados electorales «que van a tener». «Se resignan a ese resultado», dijo la popular, quien dejó claro que la Diputación de Pontevedra,, bajo gobiernos del PP, «fue quien empezó a financiar y quien acabará» la reforma del estadio de Balaídos.
Finalmente, la votación se produjo bajo un velo de nerviosismo y acusaciones cruzadas entre los miembros de las bancadas socialistas y populares y con la despedida de López-Font -en su última intervención- a la portavoz popular: «para ser su última intervención, ¿quiere que le aplaudamos o despidamos?», le preguntaba el socialista. «Ilustra perfectamente lo que es el PP en la ciudad. Hasta luego, que pase el siguiente», le espetó, lo que consiguió que, entre murmullos y choques, los ediles populares se «enfrentasen» a los socialistas.