Abel Caballero volvió a la carga este miércoles con su reiterativa denuncia sobre supuestas subvenciones públicas de la Xunta de Galicia a las aerolíneas que operan en el aeropuerto santiagués de Lavacolla. Un día más, sin aportar pruebas a pesar de que la prensa y partidos políticos se las han solicitado en el pasado, acusó al Gobierno autonómico de dar dinero a esas compañías aéreas. Y una vez más, las partes implicadas han tenido que salir a desmentirlo.
“No, en ningún caso. Hace 10 años que ni directa ni indirectamente la Xunta tiene ningún tipo de ayuda en ninguno de los aeropuertos gallegos”, ha replicado este jueves el presidente gallego, Alfonso Rueda. El dirigente regional lamentó que el alcalde de Vigo busque continuamente la “confrontación” y que “mienta descaradamente”. “Y él lo sabe, lo que es lo peor”, añadió.
Horas antes, la concejala compostelana Mercedes Rosón respondió a esta última tanda de aseveraciones de Caballero destacando que las cifras de Lavacolla se deben a que es un aeropuerto “excepcional” por sus infraestructuras y por disponer de “la mejor de las ubicaciones posibles”. Algo que demuestra el hecho de que “recibe a los aviones que van a los otros aeropuertos de Galicia cuando tienen problemas de aterrizaje”.
La edil también subrayó que el Concello de Santiago, que sí subvenciona líneas aéreas, al igual que el Ayuntamiento de Vigo, ha aplicado en los últimos años políticas “muy acertadas” en materia aeronáutica. Por ello, Lavacolla experimentó este año pasado “cifras históricas” de pasajeros. “Y dentro de nada se va a quedar pequeño”, ha augurado Rosón.
A este respecto, cabe recordar que la administración compostelana ha captado numerosas rutas directas por medio de licitación, mientras que la olívica lleva años sin adjudicar un concurso público. Tras meses anunciando tres conexiones ‘low cost’ con ciudades europeas, Caballero todavía tiene pendiente adjudicar una única línea a Londres, que empezará a operar antes de las elecciones municipales de mayo.