Hacía 9 años que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, no se reunía con un máximo mandatario autonómico para hablar de los asuntos más relevantes de la primera ciudad de Galicia.
La última cita, con el entonces presidente Alberto Núñez Feijóo, fue en el año 2015 y, desde esa fecha, las relaciones entre ambas administraciones, que nunca fueron halagüeñas, se tensaron todavía más.
Hasta este martes. O al menos eso fue lo que señalaron y se esmeraron en transmitir a los medios de comunicación tanto el regidor vigués como el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aunque en comparecencias separadas: el primero en el Concello y el segundo en el edificio administrativo del Gobierno gallego en Vigo.
Y este fue el motivo al que apuntó Caballero cuando se le preguntó al respecto: «No quiero hablar de nombres propios pero es obvio que en la reunión una de las dos partes era nueva», deslizó en clara alusión a la marcha de Núñez Feijóo.
«Tengo una magnífica sensación de esta entrevista y vamos a hacer todo lo posible para que se convierta en hechos. Ya hay acuerdos concretos que adoptamos, de una importancia innegable, y confío que en el futuro vaya todo en la buena dirección. El pasado, pasado es», remachó.
Con todo, este cambio de ´protagonista´ al frente de la Xunta de Galicia parece traer consigo un cambio de era en las relaciones entre San Caetano y Praza do Rei. «Un tono cordial y constructivo» que marca un «punto de inflexión» y que, como recalcó Rueda, «tiene que corresponderse con la primera ciudad de Galicia».
Todo, dijo, porque «es lo que los ciudadanos reclaman» y porque es la actitud que el dirigente autonómico plantea ante los encuentros que mantiene con todos los alcaldes de la Comunidad gallega. «Celebro que Vigo se incorpore», destacó.
Y es que la línea de Caballero fue la misma: «Fue francamente bien, en la forma y en el fondo», valoró de forma general para detallar a continuación que se trató de una reunión «muy fluida, muy cómoda, sosegada, reflexiva, tranquila y, por lo tanto, una forma amable de mantener la comunicación».
Con todo, la intención de ambos representantes institucionales -partiendo la propuesta del presidente Rueda- es que la comunicación y este tipo de encuentros se celebren una vez al año «de forma pública y oficial». «Acepté inmediatamente», dijo Caballero, quien resaltó que, tras esta reunión, se «cambia el contexto de las relaciones» entre Concello y Xunta.
«Creo que iniciamos una buena senda, una buena travesía de acuerdos para consensos. Hablaremos más veces», dijo el regidor.
Dos horas de duración
Así, el encuentro, que se alargó durante casi dos horas, sirvió para tratar muchos asuntos. La lista era larga y ambos mandatarios coincidieron en resaltar alguno de ellos. El principal para ambas partes y que tiene todos los visos de salir adelante sin complicaciones es el proyecto para la reforma de las pistas de atletismo del estadio de Balaídos.
Ya existía un acuerdo previo por el que la Xunta financiaría parte de la actuación del proyecto presentado por el Concello, aportando unos 3 millones de euros. Sin embargo, Caballero ya avanzó que la obra proyectada alcanzará probablemente los 9 millones de euros de ejecución, con lo que el acuerdo al que se llegó con la Administración autonómica es que la financiación sería de un 50/50.
«Acordamos que vamos a hacer conjuntamente la gran reforma de las pistas del estadio de atletismo de Balaídos financiando al 50%. En este momento la aportación de la Xunta es de 3 millones pero el proyecto se va a ir a los 9 más o menos y, por tanto, estamos haciendo el proyecto y, una vez que lo tengamos, haremos un convenio con el 50% para cada una de las dos instituciones», explicó el regidor.
«Creo que es una buena noticia porque se desbloquea una infraestructura ansiada y muy utilizada por los deportistas de Vigo pero también por muchos de la comarca», valoró Rueda, quien confirmó el consenso alcanzado para aportar el 50% del presupuesto del proyecto municipal tras la firma de un convenio de colaboración para su reforma. «Es una infraestructura fundamental», señaló matizando que la intención es «ejecutar cuanto antes» la actuación.
Mientras, y cuestionado sobre la coordinación con los trabajos de reforma de la grada de Gol, cuya ejecución se prevé para inicios del año próximo y durante un plazo de 29 meses de obra, Caballero señaló que será un tema «que vendrá después. Lo tendremos que ver», se limitó a decir.
Urbanización de la ETEA
Otro de los asuntos que ambos mandatarios resaltaron y al que llegaron a un acuerdo inicial para «desbloquearlo» aunque con la idea de «evaluarlo» por la «novedad» del mismo fue la urbanización del ámbito PS1 de la antigua ETEA, que contempla la reforma del sistema viario principal desde la Avenida da Mariña hasta la Praza de Armas.
El ´escollo´ principal entre ambas administraciones era que el Concello pretendía que la Xunta «enviase los recursos y el proyecto» para ejecutar ellos mismos la obra como titulares de esos terrenos, siguiendo el mismo procedimiento administrativo -a golpe de convenio- que se está llevando a cabo para la reforma de la Avenida de Madrid entre Gobierno estatal y local.
Sin embargo, la implicación de la Administración autonómica en el desarrollo de un plan sectorial urbanístico como es el caso de la antigua ETEA no permitía esta acción, solicitando la Xunta la entrega de los viales para poder ejecutar la actuación y dar servicio, también, a la futura residencia de la Fundación Amancio Ortega, cuyas obras están paralizadas a día de hoy.
Con todo, el regidor vigués y visto el bloqueo existente, durante el encuentro celebrado este martes, transmitió un nuevo planteamiento incorporando a un tercer actor: Zona Franca.
Según explicó Caballero -que es también presidente del organismo estatal- es una propuesta que ya trató con el actual delegado de la institución, David Regades. Y la iniciativa partiría porque Zona Franca ejecute un aparcamiento subterráneo bajo la plaza principal del antiguo recinto militar.
«En la ETEA se va a necesitar un aparcamiento, pues se mete subterráneo en la Praza de Armas», dijo Caballero, quien matizó la conversación con Regades: «Lo financia y lo hace Zona Franca, y podría hacer también el abastecimiento y la parte de urbanización que corresponde a la Xunta, quien le daría los recursos», relató.
Y para llevarlo a cabo la fórmula planteada sería la «firma de un convenio en el que estuviesen las tres partes, con presencia continuada de los tres y el aparcamiento en explotación por Zona Franca, que es quien lo costearía. Y les pareció bien», explicó el alcalde. «Es una forma de desbloquearlo y lo haríamos rápido», añadió.
Ante ello, Rueda confirmó la iniciativa y fue más allá considerando «razonable y aceptable» la propuesta señalando, además, que «podría tener viabilidad». Aun así, dijo que habría que «examinarlo».
Mientras, Caballero avanzó que seguiría en conversaciones con Zona Franca para que «en el plazo de quince días o un mes nos remita ya el borrador, el proyecto del aparcamiento e inmediatamente la obra», remató.
Camino Portugués por la Costa
Fue otros de los principales asuntos resaltados por el presidente Rueda en el que se llegó a «acuerdos» con el alcalde. Y lo es por el carácter «simbólico» de la medida: la señalización del Camino Portugués por la Costa a su paso el municipio vigués.
Y es que como recordó el presidente autonómico, Vigo es la única ciudad europea que no cuenta con esta señalización, lo que hace que miles de peregrinos se pierdan una vez que llegan al término municipal tras realizar un tramo de una ruta ´xacobea´ que «está creciendo en términos exponenciales». «Es un beneficio para todos», consideró, señalando aquí tanto al sector turístico como hostelero, comerciantes y hoteleros, porque, como matizó, Vigo es un «punto neurálgico» del recorrido del Camino por la Costa.
Con todo, celebró la decisión tomada y anunciada por Caballero, tras años de reclamaciones, de llevar adelante la señalización con un «moderno» método «con grandes pantallas» que, como informó el regidor, están a punto de contratar.
«Ya está en mesa de contratación y va a ir con cierta premura. No descarto poner esa señalización ya lo ante posible a través de la web del Concello», informó, al tiempo que adelantó que se podría hacer también a través de la app móvil de Vigo «para que funcione a través de mecanismos digitales».
Pero Caballero quiere que no se quede simplemente en una señalización del Camino si no que la iniciativa sirva también para fidelizar a los turistas que llegan a la ciudad por esta ruta jacobea. «Queremos que Vigo sea algo más que una zona de paso del Camino. Que sea una zona de consideración y estancia de un tiempo para conocer la ciudad», reclamó.
Túnel de Beiramar y grandes infraestructuras
Mientras, las infraestructuras fueron otro de los temas clave. El alcalde trató con «especial interés» y asunto «central» para la ciudad la recuperación del proyecto del túnel de Beiramar. «Es de una gran prioridad», dijo, recordando que ya existe un proyecto por la Xunta hace años que «debería retomarse».
Su propuesta: actualizarlo, hacer el cálculo del coste y concretar la forma de financiación. En este sentido, consideró que deberían estar implicados también Puerto de Vigo y Gobierno de España. «Estuvimos de acuerdo en llevar adelante el rescate del proyecto, la actualización y, a partir de ahí, empezar a hablar del tránsito y de la marcha de la obra», remarcó Caballero.
Por su parte, Rueda confirmó el acuerdo de «retomar» el proyecto para evaluar su viabilidad pero apuntando que habrá que tener en cuenta a otros agentes implicados, como es el caso de la comunidad portuaria.
«Hoy empezamos el camino, pero no va a ser fácil ni corto», advirtió el presidente de la Xunta aclarando, además, que todavía no se había tratado el tema de la financiación pero que, a priori, debería seguir un modelo similar al que se llevó a cabo con la ejecución del túnel de O Parrote en A Coruña, donde se implicaron también el resto de administraciones.
Y en lo respecta al resto de grandes infraestructuras, ambos mandatarios estuvieron de acuerdo en crear un «grupo de trabajo» y coincidieron en señalar la importancia de hacer un «frente común» para hacer «más fuerza» y reclamar las obras pendientes del Gobierno central.
Concretamente, se refirieron a la Salida sur ferroviaria, al AVE Vigo-Ourense por Cerdedo, la autovía en túnel hasta O Porriño o el Corredor Atlántico. «Son obras vitales para Vigo y para Galicia» apuntó el alcalde. Y siguió: «Le doy mucha importancia a esta parte porque refuerza las posiciones».
“Que estemos juntos en esta coordinación para exigir estos compromisos es una buena noticia», consideró Rueda.
Citas musicales y Teatro Fraga
El presidente de la Xunta también le planteó a Caballero la posibilidad de cooperar en la organización y celebración de grandes eventos y espectáculos musicales de cara al Xacobeo 2027 del mismo modo que ya están trabajando con el resto de las ciudades gallegas y teniendo en cuenta, además, la celebración de la ´Década Xacobea´ que, como recordó Rueda, supondrá una sucesión de 3 citas ´xacobeas´ seguidas en un periodo de 10 años.
“Dentro de una programación que ya estamos diseñando, Vigo no debería quedarse sin esa colaboración», consideró Rueda, al tiempo que matizó que hubiese participación municipal en la futura programación y gestión del Teatro Cine Fraga.
Sobre este asunto, Caballero explicó que su propuesta para la adquisición, dedicación y explotación del antiguo cine era una implicación «a cuatro bandas». Es decir: Xunta, Concello, Diputación y Zona Franca.
Sin embargo, y preguntado al respecto, Rueda explicó que la operación para comprar el inmueble a Abanca (titular del edificio) está «casi cerrada» pero que, una vez se materialice, sería «conveniente para todos» que, tanto Ayuntamiento como Zona Franca, «estén ahí» en lo que respecta a las obras de remodelación interior o el diseño de la programación.
Con todo, el alcalde insistió en que los cuatro «deberían estar presentes en la recuperación del cine Fraga para la ciudad de Vigo».
Declaración de intenciones: más grupos de trabajo
A partir de ahí, el resto de temas tratados fueron cuestiones que quedaron «en el aire» o con consensos «iniciales» para ir trabajando con el paso del tiempo.
Así, informaron de que se crearán grupos de trabajo para llevar a cabo una política de vivienda protegida; para abordar la mejora de red viaria autonómica o los viales que provienen del PXOM.
Sobre este asunto, y a preguntas de los medios, el presidente de la Xunta señaló que le preguntó por la situación administrativa del nuevo documento urbanístico -a falta de dos informes preceptivos del Gobierno central- contestando Caballero que «no hay motivo de intranquilidad».
Rueda recordó que en cuanto lleguen los dos informes sectoriales que faltan, el Gobierno gallego emitirá su informe final «a la mayor brevedad».
También hablaron de que seguirán trabajando en temas como la mejora del abastecimiento de agua a la ciudad, con posturas encontradas por los técnicos de una y otra administración aunque, como señaló Rueda, se intentará «llegar a un acuerdo» para garantizar «agua de calidad» a Vigo y a los municipios de su entorno en casos de sequía.
Se puso sobre la mesa la posibilidad de financiar vuelos a Peinador «al 50%·, algo que se rechazó categóricamente por parte de la Xunta porque no patrocina conexiones aéreas desde 2012 «en ningún aeropuerto gallego».
Otros asuntos y retirada de la candidatura Illas Atlánticas
Por último, la asignación de fondos europeos a la ciudad, la coordinación en materia de infraestructuras educativas o la política social fueron otras de las cuestiones abordadas en este encuentro además del planteamiento municipal de que la Xunta retirase la candidatura a Patrimonio de la Humanidad del Parque Nacional Illas Atlánticas.
«Es una candidatura que fracasa», soltó el regidor, explicando que quieren enfocarse en la propuesta viguesa con la candidatura de Illas Cíes. «Planteamos que la candidatura Cíes, patrimonio de la humanidad es una candidatura de éxito y lo tiene asegurado. La otra propuesta no va a salir», señaló categórico.
Al respecto, Rueda respondió con otra propuesta: que Vigo se integre por fin en el sistema de transporte metropolitano, condición necesaria para que pueda ponerse en marcha de forma efectiva el Área Metropolitana. «Bueno, quedó en el aire, le daremos unas vueltas», remató el regidor.