El Concello de Vigo ya tiene planificado el verano en sus dos grandes playas urbanas, Samil y O Vao, para permitir de nuevo la afluencia de miles de bañistas con parcelas marcadas con cintas. Y es que si algo sale bien, ¿para qué modificarlo? Así justificó este martes el alcalde, Abel Caballero, la instalación otra vez de las cuadrículas en los grandes arenales. “Queremos seguir ofreciendo algo adicional en Vigo, con ‘seguridad covid’ y sin que haya ninguna molestia para los usuarios”, declaró el regidor este martes.
En una rueda de prensa ofrecida a pie de playa de Samil, donde algún que otro bañista aprovechaba para tomar el sol, Caballero explicó que los dos arenales más grandes de la ciudad será divididos con cintas de colores para reservar espacios según lo establezca la autoridad sanitaria. Así fue durante el verano de 2020, cuando la pandemia provocó un cambio de planes radical en la organización municipal para la temporada estival.
Este sistema se pondrá en funcionamiento a finales de junio, con el servicio de socorrismo ya en marcha. Habrá de nuevo cintas de color rojo que marcarán un recinto de aproximadamente 64 metros cuadrados. Tras desenrollarse desde bobinas fijas situadas bajo el paseo, marcarán en su interior la zona donde podrán acomodarse la gente con distancia de seguridad. En Samil se desplegarán cada día 200 cintas y en O Vao, 100. La capacidad máxima ascenderá a 15.000 personas.
Con todo, habrá que esperar para determinar el número exacto de gente que podrá acceder a cada cuadrícula porque depende de las normas que dicte la autoridad sanitaria de cara al verano. “Esperemos una muy importante afluencia en las playas de España pero de todos modos si hubiera algún baremo o capacidad máxima, con este sistema aseguramos que distribuimos a la gente”, apuntó Caballero.