El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha exigido este martes a la Xunta que «rescate» la autopista del Val Miñor, que une la ciudad con Baiona, para liberarla del peaje, tras el anuncio del presidente gallego, Alfonso Rueda, de que se rescatarán las cuatro autovías gallegas con ‘peajes en sombra’ (Barbanza, O Salnés, Ourense-Celanova y Santiago-Brión).
En unas declaraciones remitidas a los medios, el regidor olívico ha preguntado «por qué en la autovía (autopista) desde Vigo a Baiona se paga peaje». «Yo le pregunto a Rueda, ¿se volvió a olvidar de Vigo otra vez?», ha cuestionado, antes de reclamar: «Yo también quiero que la autovía Vigo-Baiona sea libre de peaje (…), me da igual cómo lo hagan, pero la quiero libre de peaje».
Por otra parte, Caballero ha subrayado que también mantiene su reclamación de la gratuidad de la AP-9, y ha hecho hincapié en el tramo Vigo-Pontevedra, porque comunica «un área urbana con una relación intensísima» y «tiene que ser completamente gratuita».
Finalmente, ha subrayado que «cada vez que gobierna el Partido Socialista, la autopista AP-9 rebaja su precio, hay gratis trayectos enteros, gratis las vueltas, más descuentos», mientras que cuando gobierna el PP «no hay ningún descuento».
Casi 300 millones de euros para rescatar las autovías
Las críticas del alcalde de Vigo vienen a raíz de la decisión alcanzada este lunes en el Consello de la Xunta y que pasa por rescatar, a través de una inversión de 297 millones de euros, las autovías de O Salnés, O Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión, lo que permitirá un ahorro anual a las cuentas autonómicas de 30 millones de euros hasta 2040 por el importe que se abonaba a las concesionarias de estas infraestructuras en concepto de peaje en sombra.
La decisión ha sido avanzada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y desgranada posteriormente por la conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue, quien ha incidido en que «el ahorro» global para los próximos 15 años será de 330 millones de euros.
En total, la recuperación de la gestión de estas vías de alta capacidad en régimen de concesión permitirá, según Rueda, dedicar «a otras materias más importantes» las cuantías que cada año incluían los presupuestos de la Xunta en peajes en sombra, es decir, en compensaciones a las concesionarias por estas autovías sin peajes para los usuarios.
En concreto, según las cifra aportadas por el Gobierno gallego tras la rueda de prensa del Consello, la Administración autonómica abonará al grupo Sacyr 45 millones por finalizar el contrato de concesión que expiraba en 2035 de la autovía de O Salnés (AG-41), puesta en servicio en el año 2008.
Dos de las vía rescatadas pertenecen al grupo Copasa, que recibirá 72 millones por la concesión de la autovía de O Barbanza (AG-11) que concluía en 2036, y 85 millones por la Ourense-Celanova (AG-31), con 12 años de vida y que finalizaba en 2040.
El rescate de mayor envergadura irá a parar a la concesionaria de la autovía Santiago-Brión (AG-56), controlada en un 70% por Dragados, y que recibirá 95 millones de euros por la recuperación para la Xunta del control de la infraestructura, que finalizaba en 2035.
En palabras de la conselleira, la operación «permitirá que las cuatro autopistas pasen a ser autovías de propiedad pública, gestionadas directamente por la Xunta, con una administración responsable y comprometida con la calidad del servicio».
Martínez Allegue ha señalado que estas cuatro autovías se construyeron en un momento en el que «las circunstacias económicas no permitían» a la Xunta llevarlas a cabo «con fondos propios», por lo que se decidió hacerlo en régimen concesional.
Tanto la conselleira como el presidente gallego han agradecido la disposición de las empresas para alcanzar un acuerdo en el marco de una negociación que, según Rueda, «no fue sencilla» y que la Xunta lleva a cabo por su «capacidad económica». «Seguro que muchas comunidades no podrían tomar esta decisión», ha apostillado Rueda.
Rescate de las autopistas de pago
A preguntas de los periodistas este lunes, Rueda ha afirmado que el gobierno que encabeza «no renuncia» a la posibilidad de rescatar también las autopistas autonómicas con peajes para los usuarios, aunque ha reconocido que «ni mucho menos» es una posibilidad que pueda darse «a corto plazo».
«Es una senda que a mí, en un futuro, me gustaría llegar, pero desde luego no es inmediato», ha apostillado antes de reconocer que el rescate de estas autopistas «siendo realistas, en este momento es complicado, pero no imposible».
A raíz de esa pregunta, el presidente de la Xunta ha aprovechado para instar al Partido Socialista a «cumplir» con la promesa de su candidato en las últimas elecciones gallegas, José Ramón Gómez Besteiro, de que las autopistas estatales en Galicia (AP-9 y A-57) serían gratuitas.
«Se lo comenté al presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) y lo único que hizo fue echar una sonrisa y no me dijo nada más, lo cual es bastante explicativo de cuál es la intención final», ha aseverado Rueda, que ha dicho que la Xunta lo «seguirá reclamando».