Dos de las empresas con más empleados de Vigo, Bosch Communication Center y Unísono, están siendo objeto de críticas en las últimas horas por cómo están afrontando la crisis sanitaria con sus trabajadores. Ambas compañías prestan servicios de atención al cliente y marketing telefónico con cientos de empleados repartidos en diferentes plataformas, que están denunciando carencias a la hora de cumplirse las directrices de seguridad.
“Estamos hacinados. Si alguien coge el coronavirus aquí, esto puede ser un caos”, asegura una trabajadora de Bosch, que hace hincapié en el riesgo de contagio habida cuenta del número de personas que trabajan a diario para este firma y que coinciden en un espacio cerrado. “Estamos a 27 grados. No tenemos aire acondicionado desde hace medio año”, apunta otro empleado, que también prefiere no dar su nombre por las posibles consecuencias.
Según apunta la delegada de la CIG en el comité de empresa, Laura Pérez, la situación ha mejorado este martes con respecto a la primera jornada de trabajo con el estado de alarma en vigor pero “aínda non conseguimos que se respecten as distancias mínimas en todos os postos”. En algunos casos la empresa ha empezado a dejar libre un ordenador de cada dos, aunque no en todas las plataformas como están reclamando los sindicatos.
Además, señala que sólo se están limpiando los equipos y las mesas “una vez al día” cuando el mismo ordenador puede ser utilizado por dos o hasta tres personas. Según advierte, en ocasiones tiene que ser “algún responsable” de la plataforma quien adecente los puestos. Al menos, apunta, se han proporcionado gel y toallitas desinfectantes.
También Hugo González, de UGT, recalca que la dirección tiene “un problema muy serio” porque los trabajadores desarrollan su actividad en “salas con 400 personas” y “no vienen aquí a exponerse”. Prefiere no hablar de hacinamiento pero reconoce que “la gente está nerviosa” y “el riesgo es alto”.
La CIG también ha denunciado que la situación en Unísono puede suponer un “foco de infección”, ya que se repite el caso de Bosch. Aquí con 300 personas por turno y centro separadas por “50 ou 60 centímetros” y “sen medidas de seguridade”. Luisa Baños, representante de este sindicato, denuncia que se han puesto en contacto con la Inspección de Trabajo el domingo y que este martes aún no había hecho acto de presencia. Mientras, Sanidad, Policía y resto de organismos alegan no tener competencias.
Además, en los periodos de pausas y descansos el personal tiene problemas para moverse por el centro de trabajo. Por un lado, no pueden coincidir muchas personas en una misma estancia y por otro no pueden salir a la calle como es habitual, por lo que muchos acaban quedándose en sus puestos frente a sus ordenadores. De hecho, este martes llegó a intervenir la Policía Nacional al ver gente en la puerta exterior, en la Gran Vía, para exigirles que regresaran al interior de inmediato.
VIGOÉ se ha puesto en contacto con Bosch y con Unísono pero no ha podido obtener su versión sobre cómo se está desarrollando el trabajo en sus diferentes centros.
Empleo
La crisis sanitaria también está afectando al empleo. Bosch ya ha suspendido el contrato a 186 personas que trabajaban a través de ETT. Además, tras las medidas anunciadas este martes por el Gobierno de España se temen que la firma se adhiera a un ERTE por causa de fuerza mayor mientras dure el estado de alarma.
Una de las situaciones que más indigna al comité de empresa es la reticencia de la compañía a conceder permisos retribuidos a la gente que está en situación de riesgo. “Só van enviar persoal de risco a casa se non hai sitio na plataforma”, afirma Laura Pérez. Mientras, se le ha dado la opción de teletrabajar a 70 personas.
En Unísono no se han renovado contratos, se han cancelado formaciones para nuevas incorporaciones y la dirección está intentando facilitar la adecuación de turnos, según revelan a VIGOÉ miembros del personal.
“Agora comezan a mandar a algunha xente a teletraballo, pero non sabemos a cantas persoas nin o criterio para facelo. Tampouco que medios teñen e as condicións do contrato”, apunta por su parte Luisa Baños, que lamenta non tener “ningunha información” concreta por parte da empresa