El Bloque Nacionalista Galego acaba de proponer aumentar la protección del río Lagares convirtiéndolo en Espacio Natural de Interés Local (ENIL). Desde el partido nacionalista consideran que tanto el Ayuntamiento de Vigo como la Xunta de Galicia tienen que «dedicar más medios» para la conservación del «pulmón azul y verde» de la ciudad delante de la «degradación ambiental» que padece por la «irresponsabilidad», señalan en un comunicado, de ambas Administraciones.
En este sentido, el portavoz municipal del BNG de Vigo, Xabier P. Igrexas, consideró «inaceptable» que «una vez más» se estén ejecutando obras en las orillas del río, haciendo referencia así a la construcción del paseo -con nuevas pasarelas de madera- a la altura de la calle Severino Covas, en Lavadores.
Según considera Igrexas, esta actuación «supone amenazar la flora y fauna del Lagares con daños que pueden ser irreparables», alertó, asegurando que estos trabajos incumplen la parada biológica fijada por el Servicio Gallego de Conservación de la Naturaleza desde el mes de abril hasta junio, por ser el período de reproducción y cría, y también de la directiva europea de conservación de los hábitats naturales. Se hacen eco así desde el BNG y comparten la postura que Adega hizo pública la semana pasada al respecto de estas mismas obras.
Es por ello por lo que el BNG «urge» al gobierno de Abel Caballero la «inmediata» paralización de los trabajos en el paseo del Lagares, «tal como han demandado ya organizaciones ambientales como Adega o Verdegaia», señala Igrexas.
Además, el portavoz del BNG avanzó que también «dará traslado» de esta situación a la Xunta de Galicia «para que ejerza sus competencias en materia de protección ambiental».
Toneladas de plásticos en el Lagares
Con todo, desde el BNG trasladaron así la «enorme preocupación» por los datos recogidos en un reciente informe de la organización ´The Ocean Cleanup´, que advierten de que «el Lagares es el río gallego que más plástico vierte al mar».
Así, según explican, «de un total de 14 toneladas de plásticos que cada año acaban en las aguas de la ría de Vigo, el 89% tienen origen en el principal río vigués. Un flujo de materiales altamente contaminantes que es un 260% mayor del que arrastra un río de mucho más caudal como el Miño», consideran.