La adjudicación del contrato para explotar la ruta aérea directa entre Vigo y Londres -que parece condicionar el inicio de la venta de los billetes- sigue retrasándose por cuestiones burocráticas. Tras los problemas surgidos para abrir las ofertas en el seno de la mesa de contratación del Concello, ahora han aparecido nuevos obstáculos de cara a dar el último paso para otorgar a Ryanair el concurso público lanzado desde la Praza do Rei.
Tras completarse la clasificación de ofertas, la aerolínea tenía hasta el 6 de febrero para presentar todo el papeleo necesario para que el Ayuntamiento pudiera adjudicar de forma definitiva esta conexión sin escalas entre Peinador y Stansted. Sin embargo, tal y como ha publicado este martes la plataforma de contratación, la compañía no aportó correctamente toda la documentación.
Aunque muchos de estos trámites son mero protocolo, Ryanair ha vuelto a incurrir en defectos de forma. Algo que ya le ha sucedido con otras administraciones públicas. En primer lugar, la mesa de contratación del Concello de Vigo aprecia carencias en el envío de las cuentas de la empresa, imprescindibles para acreditar su solvencia económica.
Por otro lado, es obligatorio refrendar la solvencia técnica y la mesa de contratación considera que la aerolínea no lo ha hecho con los certificados aportados –uno de Tourism Ireland y otro de la Autoridad de Turismo de Malta-. Para este órgano municipal, son “insuficientes” por “tener un importe inferior al exigido en el pliego de cláusulas administrativas particulares (PCAP)”.
Por último, la mesa de contratación advierte de que las comprobaciones efectuadas por este servicio han detectado la “existencia de deudas” con la Seguridad Social y con la Axencia Tributaria de Galicia, por lo que ha llamado al licitador (Ryanair DAC) a remitir los “correspondientes certificados positivos” que acrediten haberlas saldado. De lo contrario, se incurriría en la imposibilidad de contratar con la administración pública.
La compañía tiene de plazo hasta este viernes 17 de febrero, incluido, para satisfacer las demandas del Concello de Vigo y poder así poner fin a este laberinto de problemas burocráticos. En caso de no completar este paso a tiempo, el concurso público quedaría desierto porque se entendería que la firma, la única que optó a la licitación, habría retirado su oferta.
En caso de que todo quede solventado, la junta de gobierno local, que se suele reunir los jueves, tendría que dar el visto bueno a la adjudicación definitiva. Este sería el último trámite. Todo apunta a que Ryanair esperará a tenerlo todo atado para comercializar los billetes a pesar de ser la única compañía que aspira a explotar esta ruta directa entre Vigo y Londres.