El IES de Beade lleva desde finales del año 2023 sin agua potable. Y así empezará 2025 habida cuenta de los problemas que siguen teniendo y que las administraciones implicadas no son capaces de resolver. ¿El problema? De quien es la competencia.
La falta del servicio de abastecimiento de agua potable al centro educativo cumple así un año sin tener visos de solución pese al interés y disposición del equipo directivo por encontrar una solución que, como informaban este mismo jueves a las familias, «estamos tratando con diligencia y coordinación con los organismos implicados», reza el texto remitido a los padres y madres de los estudiantes.
Así, en dicho aviso enviado a través de la aplicación educativa Abalar, explican las últimas novedades al respecto, e informan de que, esta misma semana -concretamente el martes, día 17-, mantuvieron un encuentro con responsables territoriales de la Consellería de Educación concluyendo que el edificio educativo «cumple con la normativa» y que el foco de la contaminación del agua «está fuera del centro».
En la reunión con la Jefatura Territorial, Unidad Técnica, Inspección Educativa y dirección del centro se compararon los análisis llevados a cabo en la red tanto por el Concello, el AMPA y el departamento técnico de la Consellería llegando a la conclusión y «observando» que «solo los del Concello presentan datos anómalos», mantienen en la información remitida a las familias.
Por ello, y según trasladan, desde la Unidad Técnica de Educación remitirán un informe al Ayuntamiento vigués «solicitando medidas urgentes» para poner fin al problema.
Mientras, desde el instituto de educación secundaria -y pese a que se inician ya las vacaciones del periodo escolar navideño- seguirán manteniendo los «grifos cerrados» prohibiendo el consumo de agua a la vez que continuarán suministrando agua potable a los alumnos y alumnas.
De este modo, piden a las familias que los estudiantes -el centro tiene alrededor de 500- lleven a clase botellas reutilizables «para recoger el agua contribuyendo al cuidado del medio ambiente».
El BNG hizo saltar las alarmas
El problema de la falta de agua potable del IES de Beade saltó en el mes de abril cuando el grupo municipal del BNG en el Concello de Vigo denunció la situación públicamente. Y en aquella ocasión ya urgían soluciones tanto a la Xunta como al Ayuntamiento para poner fin al problema.
Sin embargo, ocho meses después, la situación sigue igual, tildando los nacionalistas de «incompresible» lo que estaba sucediendo así como que fuese el propio centro educativo el que asumiese el gasto para facilitar agua embotellada a los alumnos y alumnas del instituto público.
Con todo, en esa misma ocasión, Gobierno autonómico y local se pasaban la pelota del problema unos a otros. Y mientras la concejala de Educación, Olga Alonso, apuntaba a que el problema estaba en la red interna del centro educativo y no en el exterior -de competencia municipal- donde, según señaló, los resultados de los estudios fueron «óptimos», la delegada de la Xunta en Vigo señalaba en dirección contraria asegurando que los muestreos realizados por los técnicos de la Consellería de Sanidade «no detectaron ningún problema achacable a la instalación interior del centro educativo».
Y fue más allá señalando que los problemas estaban en la acometida municipal «antes de entrar» en el instituto. A las puertas de rematar el año 2024, el problema sigue existiendo con la novedad de que, ahora, todo parece indicar que las comparativas de las analíticas realizadas sobre la red de abastecimiento concluyen que el problema radica en la red municipal del Concello de Vigo con «datos anómalos».