La nueva Porta do Sol, la gran plaza pensada como punto de encuentro de los vigueses, está ya casi rematada en superficie. A falta de conocer el futuro del túnel, que todavía no se ha despejado, el diseño ha despertado voces en contra y a favor. Es el destino de casi todas aquellas medidas rupturistas que el alcalde, Abel Caballero, pone en marcha. Y este caso la discusión es: ¿es mejor un Vigo verde o un Vigo gris en la Porta do Sol?
«Es la gran plaza que Vigo no tiene y casi todas las ciudades disponen de un espacio así, es la primera gran plaza de la historia de la ciudad». Caballero lo ha tenido siempre claro. Su idea es que Porta do Sol se convierta en el lugar donde los vecinos se reúnan. Con esa idea se ha instalado un gran escenario en la confluencia con Policarpo Sanz. De hecho, ya ha sido utilizado tanto en concentraciones, precisamente una de ellas en contra de este nuevo diseño, como en celebraciones.
El alcalde ha insistido en que todavía faltan los retoques a la nueva plaza. Es, por ejemplo, el caso de las rampas de Carral o el decorado del propio espacio abierto, del que ya admite que no será como se habían planteado en un principio. Así, ya se sabe que no habrá una réplica de las Cíes, pero sí insiste en que se instalará más «verde» de forma progresiva. En los últimos días, la Praza da Princesa recuperó cuatro árboles que había perdido con las obras.
Oposición vecinal
En cualquier caso, el actual aspecto gris no convence a un gran número de colectivos. Algunos de ellos, como Vigo Histórico, han protestado desde el inicio de las obras y se opusieron a la construcción del túnel bajo la calle Elduayen. Argumentan que esta infraestructura afectará de forma negativa a los vecinos al atraer todavía más vehículos al centro de la ciudad y optan por la peatonalización.
La visión de Greenpeace
También organizaciones ecologistas pusieron el foco sobre la Porta do Sol. Así, Greenpeace reclamó en el Día de las Ciudades de 2021 más «acciones» y menos palabras para que los gobiernos asuman la necesidad de afrontar el cambio climático y crear ciudades «verdaderamente sostenibles».
El artista Martin De Pasquale plasmó en una imagen lo que debería ser, según el colectivo ecologista, la Porta do Sol de Vigo en el año 2050. En esa composición, la plaza viguesa es en realidad un parque con jardines, árboles y flores que tan solo es atravesado por un carril bici.
Propuesta del BNG
Este viernes, el BNG de Vigo demandó naturalizar con árboles la Porta del Sol, idea que también ha sido defendida por Marea de Vigo. El frente nacionalista reclamó así al Gobierno municipal que «non condene o quilómetro cero da cidade a unha superficie de máis de 3 mil metros cadrados de «cor gris pedra», onde o único mobiliario sexan macroterrazas privadas da hostalaría».
«Arboredo para facer desta praza un espazo habitábel, no que vivir e convivir, e non só un espazo que atravesar». Esta es la opción del candidato del BNG de Vigo, Xabier P. Igrexas. El concejal llama a no resignarse a que el «único verde no corazón da cidade» sean 4 ejemplares de liquidámbar reinstalados en la Praza da Princesa.
¿Qué prefieren los vigueses: un Vigo verde o un Vigo gris en la Porta do Sol? Continuará