La nueva Ciudad de la Justicia de Vigo se encuentra ya a pleno rendimiento, con todos los órganos judiciales, Imelga y otras dotaciones trasladadas (a falta de la Policía Autonómica) e incluso fue inaugurada por el rey Felipe VI en mayo del año pasado, pero todavía quedan «pequeñas cosas» por completar o «mejorar».
Así lo ha trasladado el arquitecto encargado de la rehabilitación del edificio (que hasta 2015 albergó el Hospital Xeral Cíes), Alfonso Penela, tras mantener una reunión de trabajo para abordar las próximas actuaciones en el inmueble.
Entre las «mejoras» que se van a llevar a cabo en los próximos meses, está la reconfiguración de la puerta de acceso, ya que se instalará una doble entrada, creando una especie de ‘pecera’, desde la que se podrá acceder, por un lateral, al interior del hall del edificio. Precisamente, en esa zona de entrada será donde se colocará un zona de entarimado para corregir la pendiente que presenta el suelo del vestíbulo.
También se instalarán en el exterior unos mástiles frente a la entrada, con una especie de biombo, de manera que el agua de lluvia, el viento o el frío tendrían que pasar «tres filtros» antes de penetrar en el vestíbulo.
Nubes de agua
Asimismo, ya han empezado las obras para construir en la gran plaza de acceso al complejo tres fuentes. No se trata de fuentes convencionales, con chorros, sino que son estructuras que, desde el suelo, emitirán «nubes de agua» para refrescar el ambiente, como ya existen en otras plazas de ciudades europeas.
Por otra parte, también se ha puesto sobre la mesa introducir modificaciones en la sala de vista de la Audiencia Provincial, tras las quejas por la falta de espacio. La alternativa que se baraja es desplazar un cubículo acristalado, aprovechando que hay espacio en un pasillo, para ampliar las dimensiones de la sala.
El arquitecto también ha confirmado que se instalarán estores en las ventanas de la fachada sur que sean necesarios, toda vez que, de nuevo, ha habido quejas por la ausencia de esas protecciones en espacios donde los funcionarios han echado mano de papel de empaquetar para tratar de reducir la entrada de rayos solares por la ventana.