Vigo no solo es la ciudad más grande de Galicia, también es uno de los municipios con mayor diversidad de fauna y flora. Sus parroquias del rural, donde existen numerosos parques forestales y una rica biodiversidad, son otro de los tesoros de la mayor urbe gallega. Así, es frecuente avistar en las parroquias viguesas a un gran número de especies salvajes.
En los últimos meses, quizás también aprovechando la menor presencia humana por las restricciones a la movilidad que impone la pandemia, ha aumentado la presencia de animales en zonas urbanas y rurales. El pasado mes de abril varios corzos se aproximaban a las viviendas en el Camiño da Revolta, en Matamá, y en mayo la Policía abatía a un jabalí en Coia.
La madrugada de este jueves al viernes se registraba de nuevo la presencia de varios animales salvajes en la parroquia de Coruxo, en la zona de O Vao. En esta ocasión, una familia de jabalíes, al menos dos adultos y tres jabatos, fueron fotografiados paseando tranquilamente por las instalaciones del Club de Campo.
No es la primera vez que sucede, puesto que la ubicación del club, rodeado de una gran extensión verde y próxima a los montes de la zona, favorece que en ocasiones anteriores se detectase la presencia de jabalíes.
Tampoco es la primera vez que unos jabalíes irrumpen en zonas urbanas de Vigo o incluso causan algún accidente de tráfico. El 092 ha advertido en diferentes ocasiones de su presencia, sobre todo por las noches, y por ello ha pedido a los conductores que extremen las precauciones.