Hacía ya tiempo que Mayra buscaba una oportunidad para tener su propio negocio y la suerte quiso que su destino se cruzase con la jubilación de Tito y Marisa, responsables de la histórica tienda de alimentación Adelina Álvarez, para darle una nueva vida al local.
Este viernes reabrió Adelina Álvarez, el establecimiento fundado en 1949 en la calle Pi y Margall tras apenas ocho días cerrado, gracias a la iniciativa de Mayra Morales, una emprendedora que conoció la posibilidad del traspaso hace diez días. “Me acerqué, hablé con Tito y enseguida noté la confianza. Hubo química. Fue una corazonada”, indica Mayra.
Negocio familiar
Tal y como explicó a VIGOÉ recientemente, Tito, hijo de la fundadora, decidió jubilarse tras 52 años en el negocio familiar y en el momento en que dio a conocer la noticia surgieron varias oportunidades de personas interesadas en el negocio. Pero Tito quería seleccionar bien al futuro depositario de su legado.
Las puertas se cerraron el 15 de marzo, entre aplausos y lágrimas de los vecinos. Y lo que podía ser un punto y aparte se convertirá en un punto y seguido, porque la nueva propietaria dará continuidad al trabajo realizado en los últimos 74 años: mantendrá el nombre de la tienda y la idea de negocio, con las marcas locales y el producto fresco de calidad. “Quiero luchar y llevar el legado del negocio lo mejor posible, porque es un local histórico donde siempre han trabajo con mucho cariño”, asegura Mayra Morales. “Con el tiempo iremos modernizando algo, pero poco a poco, porque es un comercio que funciona y de momento va a quedar tal y como está”, asegura.
Clienta desde hace años
Clienta de la tienda desde hace años –“Mi hijo estudiaba en Carmelitas y compraba el bocadillo allí” –, Mayra no se imaginaba que un día iba a estar detrás de ese mostrador. “Creo que fue una sorpresa por las dos partes, porque Tito pensaba cerrar por jubilación y no tenía muy claro si traspasarlo o no”, indica.
En su nueva aventura Mayra no estará sola, ya que contará también con la ayuda de su hijo Luis Carlos, de 21 años, que está igual de ilusionado que ella con el proyecto.
Apoyo de Tito
Mayra ha recibido desde el primer momento el apoyo de Tito, que se ha comprometido a estar con ella el tiempo que haga falta para facilitar el trabajo y ya la ha llevado a conocer el mercado de frutas y verduras de Sárdoma o el supermercado mayorista donde suele comprar. “Me llevó para que me conociesen y para recomendarme los productos”, explica Mayra, quien poco a poco va conociendo también a los proveedores que visitan la tienda y a los clientes.
La nueva propietaria de Adelina Álvarez está decidida a responder a la confianza depositada en ella, manteniendo un negocio que ya forma parte de la historia de Vigo. “Mi marido me dice que piense a lo grande y que todo va a ir bien y yo estoy convencida de ello”, explica.
Natural de Guatemala, de 48 años, Mayra Álvarez llegó a Vigo en 2008 y siente que ahora ha encontrado su oportunidad. “Fue una suerte y una bendición. Tengo el corazón tranquilo, con mucha ilusión y sin angustia. Con ganas de luchar”, asegura.