Las obras de humanización de la calle San Roque, entre Gregorio Espino y Reiseñor, en el ámbito de las calles Talude y Colombia afectando también a parte de la calle Couto San Honorato, ofrecerán una nueva vida e imagen a este entorno de la zona de A Doblada.
Pero la que está llamada a ser una actuación de regeneración y renovación urbana se llevará consigo una socorrida e importante bolsa de plazas de aparcamiento -se contabilizan una veintena- en el ensanchamiento de las calles San Roque y Couto San Honorato. El objetivo: dar paso a una flamante plaza pública con graderío y zona verde, según expuso el alcalde Abel Caballero la pasada semana al dar cuenta del paso de la obra por junta de gobierno local.
Y es que el pasado viernes 21 de marzo, la reunión semanal del equipo de gobierno daba luz verde al expediente de contratación de los trabajos y, este mismo lunes, 24 de marzo, se inicia el proceso de licitación de la obra que, por un importe de 1,99 millones de euros (IVA incluido), se acaba de hacer público. La obra será financiada, además, en un 70% por la Diputación de Pontevedra gracias al convenio de colaboración que se firmó el pasado año entre ambas administraciones.
De este modo, las empresas que estén interesadas en la ejecución de los trabajos tienen de plazo hasta el próximo 21 de abril para presentar sus ofertas.
Las obras cuentan con un plazo de ejecución de 10 meses, con lo que si las previsiones y los trámites de los procedimientos administrativos pendientes se cumplen, esta zona de A Doblada podría estar sumida en plenas obras antes de acabar este mismo año 2025 y durante todo el periodo del próximo ejercicio 2026.
Un aspecto «envejecido»
Con todo, el proyecto que se hará realidad en este ámbito urbano y que está firmado por el arquitecto Pablo Menéndez Paz busca un desarrollo urbanos sostenible con el objetivo de mejorar la accesibilidad en el área.
Nuevos pavimentos, mobiliario urbano y jardinería, renovación de los servicios, incluyendo saneamiento, abastecimiento, pluviales o iluminación, entre otros, pretenden «completar» la urbanización con el objetivo de «formar un nuevo espacio para uso y disfrute de los ciudadanos», reza el documento.
Y es que se busca una «transformación completa» del ámbito que gira sobre tres cuestiones principales: reordenar el espacio de forma más equilibrada y favorable a los ciudadanos; renovar y mejorar los servicios y, por último, poner en valor del entorno mediante la mejora ambiental del espacio.
En este sentido, resaltan que el planteamiento de la ordenación responde a «criterios de homogeneización» basados en los ya empleados en las urbanizaciones del entorno, aumentando el ancho de las aceras y la superficie de la plaza y delimitando los carriles de circulación, con acabados similares y continuando la tipología empleada en el resto de humanizaciones de la zona, por ejemplo, en el ámbito del colegio Mariano o en la subida de las escaleras mecánicas de la calle Talude dentro del programa Vigo Vertical.
De este modo, se eliminará el pavimento actual de los viales en los que se intervendrá, es decir, calles San Roque y Couto San Honorato que, como matiza el proyecto, «presentan un aspecto envejecido derivado de la circulación del tráfico de vehículos y del paso del tiempo».
Así, renovarán los elementos de pavimentación, jardinería y mobiliario, con especial atención a la zona de la nueva plaza, actualizando y modernizando el trazado viario existente, con el objetivo de «potenciar la presencia del peatón».
Y ese protagonismo del peatón restará espacio para los vehículos ya que la nueva distribución espacial de la sección viaria mantiene un único sentido de circulación y reserva solamente una banda de aparcamiento en línea en el tramo de la calle San Roque, entre Gregorio Espino y la calle Talude. Además, y como especifica el proyecto, «no se prevén zonas destinadas a carga y descarga».
La actuación se completará con nuevo mobiliario urbano en todo el ámbito de actuación como bancos, papeleras y alcorques. En definitiva, se pretende convertir la zona y ejecutar «un tratamiento integral de la capa verde» de la zona de intervención.
Una nueva plaza en el «ensanchamiento»
De hecho, como bien se explica en el proyecto, uno de los aspectos más relevantes de la obra es «aprovechar» el ensanchamiento que se produce entre las calles San Roque y Couto de San Honorato «para reorganizar el esquema de la sección viaria y crear una nueva plaza para uso y disfrute de los ciudadanos».
De este modo, se mantendrá la acera impar existente en Couto de San Honorato, seguida de la calzada compuesta por un único carril. A continuación, una acera
rodeará el espacio restante, transformándola en una nueva plaza que se formaliza por un graderío que reproduce el giro de la calzada hacia la calle Reiseñor, «envolviendo una zona verde que se abre hacia las fachadas de la calle San Roque», detalle la memoria del proyecto.
Cortes de tráfico durante las obras
Además, el cronograma de la actuación -que se extenderá durante un plazo de 10 meses- ya prevé afecciones tanto en el tráfico rodado como el peatonal que se resolverán por fases.
Así, los proyectistas resuelven este problema en cinco fases proponiendo, de este modo:
- En primer lugar, cortar el primer tramo de calle San Roque desde su cruce con Gregorio Espino hasta el cruce con la calle Talude, donde se verá afectado el acceso de tráfico rodado con las calles Colombia y Couto San Honorato.
- A continuación, el corte de los cruces de calle San Roque, Talude, Colombia y Couto San Honorato, que seguirá afectando a los mismos accesos por tráfico rodado.
- Posteriormente, se cortará el tramo de Couto San Honorato, lo que da nuevamente acceso de tráfico al primer tramo de la calle San Roque hasta la calle Colombia.
- Finalmente, se cortará el cruce de la calle San Roque con la calle Reiseñor, permitiendo el tráfico desde Gregorio Espino hasta la calle Couto San Honorato.
- Y ya por último, se realizarán las obras de la zona donde se ubicará la plaza, lo que afectará únicamente al tráfico peatonal en dicha zona.




